Defensa
España, al mando de 6.000 militares de diez países en unas maniobras de EE UU
La División "Castillejos" y la BRIPAC liderarán tres operaciones paracaidistas simultáneas en tres países en el ejercicio "Swift Response"
«Swift Response» o «Respuesta Rápida», en español. Así se llama el que se considera el reto más importante y el «esfuerzo principal» del Ejército de Tierra en 2023. Y en particular, de la División «Castillejos» y la Brigada «Almogávares» VI de Paracaidistas (BRIPAC), que tendrán un papel protagonista estas maniobras multinacionales organizadas por el Ejército de Estados Unidos en Europa y África. Un reto, sí, pues no en vano es la primera vez que un aliado está al frente de una fase de estos ejercicios, en los que participan alrededor de 9.000 efectivos de una decena de países aliados.
Porque «Swift Response» es uno de los tres ejercicios que conforman «Defender Europe» y tendrá lugar hasta el 20 de mayo en España, Estonia y Grecia. Y el objetivo no es otro que poner a punto a las fuerzas de reacción rápida de la OTAN ante cualquier crisis. «Una preparación clave para garantizar que las fuerzas de combate estén listas y posicionadas en el teatro para responder a cualquier amenaza contra nuestros aliados y socios de la OTAN», destacó hace unos días el general estadounidense Darryl A. Williams, comandante del Mando Terrestre Aliado.
Tres escenarios, tres brigadas multinacionales, una quincena de batallones, una decena de países... Una importante muestra de fuerza con un destinatario claro: Vladimir Putin. Porque en estas maniobras, «los aliados y los socios demostrarán la interoperabilidad combinada y conjunta, y la capacidad de realizar operaciones a gran escala a nivel de batallón y brigada», como explicó Williams. Y añadió, en forma de aviso a Rusia: «Tales acciones brindan un efecto disuasorio clave en el entorno de seguridad dinámico de hoy y garantizan que estemos listos para luchar y ganar si la disuasión falla».
Operaciones de entrada inicial
Y este año, el Ejército de Tierra español tiene un papel protagonista en dos puntos clave de estas maniobras. El principal, dirigir tres operaciones de entrada inicial conjunta mediante el lanzamiento de paracaidistas en tres escenarios diferentes: España, Estonia y Grecia. Un momento muy delicado en cualquier misión militar, pues suele tratarse de las primeras unidades que llegan al escenario para asegurar el terreno o para labores iniciales de reconocimiento.
La encargada de esta importante misión será la División «Castillejos» de Huesca, que ha generado una División multinacional para este ejercicio (manteniendo su propio nombre) de la que forman parte unos 6.000 militares de diez países, entre los que hay más de 1.000 españoles de diferentes unidades.
Y controlará todo desde el acuartelamiento «Sancho Ramírez», donde se situará el Puesto de Mando con alrededor de 150 militares de EE UU, Italia, Polonia, Países Bajos y España, que contribuye con 130.
"Respuesta de alta intensidad a una crisis"
Allí, en la base oscense, llevan meses preparándose, desarrollando junto a otros aliados una serie de ejercicios de planificación, entre los que se incluía el que van a ejecutar estos días: una operación militar de «respuesta a una posible situación de crisis que podría llegar a requerir un esfuerzo de alta intensidad en territorio europeo», tal y como explicó en su día el Ejército de Tierra. Y en ese Puesto de Mando, el «cerebro» de cualquier misión, también es clave la labor de los efectivos del Regimiento de Transmisiones nº1 y sus sistemas de telecomunicaciones e información.
Desde ahí coordinarán la ejecución de las tres operaciones aerotransportadas con lanzamientos paracaidistas, que en el caso de España se desarrollará en el Centro Nacional de Adiestramiento "San Gregorio" de Zaragoza. Muy cerca, en la base aérea de esta ciudad y en el aeródromo navarro de Ablitas, se posicionarán los aviones y helicópteros de transporte que trasladarán a las tropas hasta el objetivo.
Esta División «Castillejos» creada para el ejercicio está formada por tres brigadas multinacionales lideradas por Polonia, Estados Unidos y España. Cada una de ellas, desplegada en uno de los países en los que se desarrollan las maniobras. Y la que manda nuestro país está compuesta por cinco batallones y creada sobre la base de la Bandera «Roger de Flor» de la BRIPAC, que aporta el grueso del personal, aunque también hay efectivos de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) y de la Brigada Logística (BRILOG). En total, la brigada liderada por España está compuesta por unos 2.800 efectivos, de los que alrededor de 880 son españoles. El resto, estadounidenses, italianos, portugueses, húngaros y franceses, que componen la fuerza de entrada conjunta que se lanzará en paracaídas en San Gregorio mañana.
Saltos simultáneos en Estonia y Grecia
Simultáneamente, cerca de 1.300 uniformados de cuatro nacionalidades distintas saltarán en Estonia, mientras que 1.700 de tres países lo harán en Grecia, los otros dos objetivos en los que se desplegarán estas primeras fuerzas de entrada para abrir camino al resto de tropas.
Y al igual que la propia división, los efectivos de la BRIPAC también llevan tiempo preparándose para esta operación. Así, por ejemplo, ya estuvieron llevando a cabo saltos con la 173 Brigada Aerotransportada del Ejército de EE UU (con base en Vicenza, Italia) hace unos meses. Esta unidad estadounidense desplegará efectivos tanto en España como en Grecia.
Y una vez con todas las unidades en tierra, los uniformados llevarán a cabo un ejercicio con fuego real en cada uno de los tres escenarios en los que se desarrolla «Swift Response».
"Reto exigente y complejo"
«Un reto exigente y complejo, con un mayor grado de ambición al plantear un ejercicio en el que la División ‘‘Castillejos’’ asumirá, por primera vez, el mando y control de unidades de diferentes nacionalidades, facilitando su interoperabilidad, integrándose en estructuras operativas multinacionales y liderando operaciones combinadas en diversos escenarios de Europa». Con estas palabras define el Ejército de Tierra lo que suponen estas maniobras y la responsabilidad de liderar una de las fases más importantes de las mismas.
De ahí que las valore muy positivamente: «Este tipo de ejercicios son fundamentales para mantener la adecuada preparación del Ejército de Tierra. Preparación que le capacita para generar organizaciones operativas eficaces y para planear y conducir operaciones en cualquier situación», sentencia.
«Swift Response» es solo una de las tres maniobras que en su conjunto componen el ejercicio bajo mando estadounidense «Defender Europe» (las otras dos son «Inmediate Response» y «Saber Guardian») y que en su conjunto implican a más de 24.000 militares de cerca de una veintena de países aliados, 7.000 de ellos de EE UU. Con estas operaciones, que se prolongarán hasta finales de junio, se busca mejorar tanto la interoperabilidad entre ejércitos aliados como la capacidad de reaccionar y actuar rápidamente de forma conjunta.
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