Entrevista
¿Es un farol la amenaza de Trump contra España?
Hablamos con el experto Miguel Otero para saber qué puede hacer EE UU contra nuestra economía
El ciclo de noticias que crea Donald Trump obliga a expertos y periodistas a saltar de un tema a otro sin solución de continuidad. La última "boutade" del republicano es que hará a España "pagar el doble" tras el rechazo de Pedro Sánchez a gastar eñ 5% del PIB en Defensa. Hablamos con el investigador principal del Real Instituto Miguel Otero, profesor de la IE School of Politics, Economics and Global Affairs, sobre los escenarios que plantean amenazas del presidente de EE UU.
¿Cómo valora la amenaza de Trump de hacernos pagar "el doble"?
Creo que es una ocurrencia. No sabemos bien a qué se refiere. Tal vez un periodista le mencionó a España como país que se ha salido de la línea en cuanto al 5%, y Trump respondió con esa frase, a su estilo.
¿Podría ser una amenaza arancelaria?
Es posible, pero no concreta. Ya hemos tenido conflictos como el de la aceituna. Podría haber trabas fitosanitarias, alimentarias o, incluso, aranceles, pero recordemos que la UE es una unión aduanera: no se puede aplicar un arancel solo a España. Las competencias comerciales son de la Comisión Europea.
Aunque sí podría haber medidas contra productos específicos.
A nivel agroalimentario, sería más fácil. Ya lo han hecho con la aceituna. También se pueden aplicar barreras no arancelarias. Pero insisto: creo que esta amenaza quedará en nada.
Parece que una declaración incendiaria tapa a la otra.
Exacto. Esto se va olvidando. Salvo que su equipo tome medidas concretas, creo que quedará como una declaración en caliente. No creo que él mismo negocie personalmente como ha amenazado. No tiene tiempo ni interés. La diplomacia seguro que actuará. España ha incrementado su inversión en defensa del 1 al 2%. No somos de los que más gastan, pero se está haciendo un esfuerzo. La situación geopolítica también se debe explicar bien a EE UU.
En 2016 pensábamos que habría "adultos en la sala" que lo frenaran en determinadas acciones pero ya no parece ser el caso.
Sí, pero en este caso, España no es un problema prioritario para EE. UU. No tenemos superávit comercial con ellos; al contrario, tenemos déficit. Además, ahora viene una cumbre clave entre EE UU y la UE sobre aranceles. Ese será el verdadero conflicto, no lo que ocurrió con España en la cumbre de la OTAN.
Eso también pinta regular.
Más allá de la cumbre de la OTAN, la clave será la negociación comercial entre EE UU y la Unión Europea. Alemania ya ha mostrado su postura, y si no hay acuerdo, habrá represalias. Eso sí marcará la agenda. El 9 de julio es una fecha importante en ese sentido. Hasta ahora, Europa había intentado evitar el tema porque sabe que ese es muy delicado y saltan chispas con Estados Unidos. La tensión entre la Unión Europea y EE UU en las próximas semanas va a ser durísima.
No se puede ceder fácilmente en ese tema. Lo que ha pasado con España es algo simbólico, casi retórico. Pero el tema arancelario es mucho más serio. Ahí es donde la Unión Europea se juega de verdad su credibilidad y sus cartas.
¿Cómo será la estrategia europea?
Ha sido dilatar, esperar. Se ha querido evitar que las negociaciones arancelarias coincidieran con la cumbre de la OTAN. Sabían que, si coincidían, Trump se iba a enfadar, y se va a enfadar igualmente. Pero esto era una forma de minimizar riesgos.
¿Lo de España entonces es secundario?
Completamente. Lo de España es un asunto menor. Lo que preocupaba de verdad era que Trump pudiera tomar represalias, amenazar con irse de la OTAN o algo por el estilo si se mezclaban los temas. Así que la UE ha seguido una estrategia muy clara: primero, hacerle ver que todos los aliados están comprometidos con el 5% de gasto en defensa —aunque la mayoría sepa que no lo alcanzará—, y después, pasar al tema arancelario.
¿Y ahora?
Ahora viene el verdadero conflicto. Trump ya está satisfecho con la cumbre de la OTAN; todo el mundo le dijo que sí. Pero lo que está en juego ahora es mucho más importante: se trata de mucho dinero e intereses económicos reales. La UE va a intentar mantenerse firme. Por ejemplo, Alemania ya ha dicho que si Trump impone un arancel del 10%, la UE tomará represalias. Porque no tiene sentido pasar de aranceles muy bajos al 10% sin justificación.
¿Habrá unidad en la UE para hacerle frente?
Yo creo que sí. En cuestiones comerciales, es muy raro que haya divisiones graves. Especialmente ahora, con el Brexit en el recuerdo y tanto en juego. Estamos hablando de miles y miles de millones de euros. Además, la competencia en política comercial es de la Comisión Europea; es una de las áreas más antiguas y sólidas de integración. Es, en cierto modo, el corazón del poder de la Unión.