Gobierno y víctimas condecoran a la jueza Le Vert, el azote de ETA

La Fundación Víctimas del Terrorismo, en un acto presidido por el ministro del Interior y la presidenta de la FVT, Marí Mar Blanco ha hecho hoy entrega a Alfonso Ussía del premio Fernando Delgado 2016 de periodismo y a la jueza francesa Laurence Le Vert, del premio Adolfo Suárez 2016 en defensa de los Derechos Humanos.

Durante su intervención, Mari Mar Blanco recalcó la importancia de actos como el celebrado donde tan amplia representación de víctimas del terrorismo “nos proporcionan el aliento de saber que no estamos solos en nuestra lucha por construir un relato veraz y en nuestra exigencia de justicia para todas las víctimas, sino que contamos con el apoyo de la mayor parte de la sociedad y de las instituciones democráticas, una ayuda inapagable para hacer llegar más lejos nuestra voz”.

Agradeció a los premiados, cada uno en su ámbito “haber contribuido a preservar la memoria y honrar a todos os que han sufrido la lacra del terrorismo”.

En referencia a Ussía, destacó que “siempre se ha caracterizado por ser un periodista comprometido con la defensa los derechos humanos y altavoz incansable para la memoria de las víctimas”. El premio Fernando Delgado de periodismo nació con la finalidad de reconocer el trabajo de profesionales de los medios destacados en defensa de la dignidad y memoria de las víctimas y “nadie mejor” que Alfonso Ussía que “se ha destacado diciendo las cosas en voz alta y mostrando una gran empatía con las víctimas, abogando por su defensa y la de sus familiares”.

El periodista y columnista de LA RAZÓN agradeció el galardón “que concede la reunión de un insuperable caudal de dolor” que dijo lo conceden las víctimas del terrorismo de ETA, del Grapo, de Terra Iliure “hoy implantados en la política catalana”. Recordó que aunque muchos de los asesinos permanecen en prisión otros están en libertad e incluso representados en algunas instituciones debido a “unos impresentables jueces”. Recordó sus críticas directas hacia a esa ministra socialista que estuvo más pendiente de dar ayudas económicas para estudiar la genética de la lenteja o fomentar talleres de masturbación que de los problemas económicos que padecían las víctimas del terrorismo; o de monseñor Setién, obispo de San Sebastián quien en su día dijo que él no tenía que amar a todos sus hijos por igual.

“Desde el primer día estuve a vuestro lado, no he cambiado ni cambiaré nunca”, dijo Ussía a las víctimas. “Sois los héroes vivos de los héroes muertos, lo mejor de nuestra sociedad”.

La jueza Le Vert, que previamente fue condecorada con la medalla de plata al mérito policial y la Gran Cruz de la orden del mérito de la Guardia Civil, recibió el premio de la Fundación de Víctimas, un reconocimiento que dijo recibía “con gran honor”. La que fue el azote de los terroristas en Francia, ya jubilada, y rodeada de su familia, recordó algunos de los casos que tuvo que instruir y juzgar en la lucha contra el terrorismo de ETA que supuso “unos periodos muy difíciles y de dolor de las víctimas”. Destacó cómo, cuando ella comenzó la colaboración franco-española, en 1986 no estaba aún conseguida y aseguró que el expediente ETA es el más importante de mi carrera y de mi vida”, animada por su búsqueda de “la verdad”. “La intensidad del dolor de las víctimas supuso para mí una importante carga emocional” algo que en el final de su carrera como jueza no ha olvidado. Y subrayó que con el galardón concedido por las víctimas “se honra la cooperación con Francia”.

Por su parte, el ministro del Interior afirmó que la jueza Le Vert “encarna como pocas personas el valor de la justicia y en la que las víctimas del terrorismo han encontrado durante décadas la verdadera expresión de este elevado concepto”.

En cuanto a Alfonso Ussía, Zoido se declaró un “gran admirador de su verso y su pluma” y subrayó que si el compromiso público del periodista con las víctimas es firme, “lo hace con mayor vehemencia en privado” y reconoció la cercanía de Ussía siempre para con las víctimas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Asimismo, el titular de Interior garantizó el compromiso de su Ministerio por “honrar y recordar a las víctimas”.

La Fundación de Víctimas también hizo entrega de sus premios anuales, que en esta ocasión han recaído en los colegios San Jaime de Majadahonda y Virgen de Atocha en la categoría de Premios Escolares “una ciudad sin violencia”, unos premios financiados por la Fundación ICO cuyo presidente, Pablo Zalba acudió a la entrega de los premios, el primer acto de su recién estrenado cargo como presidente del ICO.