Tribunales
El hermano de Sánchez encubrió las gestiones del exasesor de Moncloa ante la juez: "Fueron absolutamente desinteresadas"
Dijo que mintió al dueño del Airbnb al explicarle que ya tenía trabajo porque "no podía presentarse al propietario sin asegurarle unos ingresos"
David Sánchez expuso ante la juez que le acaba de procesar por tráfico de influencias y prevaricación que el exasesor de Moncloa, Luis Carrero, no cobró por las gestiones que le hizo de manera extraoficial. La juez Beatriz Biedma acaba de dar el primer paso para enviarle al banquillo por su propia contratación y también por la de Carrero, ante las sospechas de que le enchufó en la Diputación de Badajoz. Sin embargo, el músico insistió en que este funcionario le asesoró de manera "absolutamente desinteresada". Además, negó también que influyera en su contratación.
Así se desprende de la transcripción de su interrogatorio, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, y según la cual todas las gestiones que llevó a cabo relacionadas con la Oficina de Artes Escénicas fueron sin cobrar nada. Los correos incautados al hermano del presidente del Gobierno demuestran que este asesor, que le llamaba "hermanito", trabajó en algunos de sus proyectos de la Diputación de Badajoz desde mediados de 2022, pese a que le contrataron de manera formal en enero de 2024.
Preguntado por los motivos por los que le presentó como parte del equipo, Sánchez razonó que "había mostrado entusiasmo y desinterés" y que era su manera de reconocerlo, especialmente porque le ayudó de madrugada y en sus "vacaciones". Al respecto, dijo que Carrero y él son amigos "desde hace casi 20 años" y que le tienen un "gran cariño". De hecho, confesó que sabía que era funcionario, aunque negó que tuviera conocimientos para asesorarle.
Sobre el correo incriminatorio de Casero: "Lo malinterpreté"
Sin embargo, de los documentos que obran en el sumario de esta causa se desprende que percibió unos honorarios de 15.000 euros por el proyecto 'Espacio Luz'. En el organigrama del mismo figura en calidad de "adjunto a la dirección". El proyecto se desarrolló en 2023, esto es, cuando Carrero todavía estaba adscrito a Presidencia del Gobierno.
Durante su interrogatorio, que tuvo lugar el 25 de abril, el músico negó que tuviera algo que ver con la adjudicación de la plaza que consiguió Carrero en la Diputación y que, según la juez, se creó adrede para él. La instructora se basa principalmente en un correo de 30 de octubre de 2023 en el que el músico le confirma a Carrero que le ayudaría cuando se incorporara.
Él le respondió que "de la incorporación" no tenía noticia, pero que el también procesado David Candalija (director de Cultura de la Diputación), le adelantó que sería a lo largo de noviembre. Este mensaje se envió antes de que salieran las bases del concurso la plaza que, efectivamente, se hicieron públicas en dicho mes. Preguntado por si él "indujo" a la creación de esta plaza, respondió que "en absoluto" y que no tenía competencias para ello. "Me crucé fugazmente con... con Luis Carrero y me hizo un comentario que yo entendí bueno... que yo malinterpreté (...). Desconozco los procedimientos", se excusó.
Del mismo modo, negó que él supiera que la plaza de coordinador de conservatorios de música de Badajoz fuera para él. "En absoluto", reiteró. Sin embargo, la instructora considera que los indicios recabados en estos nueves meses de instrucción son "suficientes" para que se le juzgue por estos hechos, toda vez que entiende que la plaza se creó expresamente para él en un momento en que necesitaba trabajo y que acudió a la entrevista y cumplimentó los formalismos para darle apariencia de legalidad.
Afirma que mintió al casero de Airbnb
Tras negar este extremo, las partes personadas en la causa le preguntaron por el episodio relativo a la búsqueda de piso en Badajoz. La juez citó como testigo al dueño de la vivienda vacacional por la que se interesó porque en su mensaje le precisó que se mudaba por motivos laborales. Ello llamó la atención de la instructora puesto que se lo dijo un día antes de hacer la entrevista para su plaza.
Sobre esto, expuso que mintió al dueño de la vivienda porque no podía presentarse ante un propietario "sin asegurarle" que tenía unos ingresos "con los que satisfacer las mensualidades". "Quería obtener información, no quería alquilar", matizó en sede judicial. Pese a ello, para los investigadores este dato constituye un indicio más acerca de que sabía que la plaza pública era para él.
Sánchez volvió a referirse a su cargo como jefe de la Oficina de Artes Escénicas. La juez sospecha que este cambio de nomenclatura fue, en realidad un ascenso encubierto que se ocultó para no tener que sacar la plaza a concurso. En su primer interrogatorio en sede judicial, el 9 de enero, no supo decir dónde estaba su emplazamiento. En su segunda visita matizó su respuesta y precisó que la oficina no era un "sitio físico", sino "un paraguas de actividades que intentaba servir de plataforma para poder (...) promover la dinamización cultural". Tres después de esta comparecencia, la juez zanjó la instrucción y le procesó junto con el resto de investiados.