Política

Elecciones autonómicas

Iglesias se reivindicará como “llave” en hasta siete regiones

Baleares, Castilla-La Mancha y La Rioja son las comunidades más apretadas y serán Ciudadanos y los regionalistas quienes las decanten a izquierda o derecha.

Iglesias se reivindicará como “llave” en hasta siete regiones
Iglesias se reivindicará como “llave” en hasta siete regioneslarazon

Baleares, Castilla-La Mancha y La Rioja son las comunidades más apretadas y serán Ciudadanos y los regionalistas quienes las decanten a izquierda o derecha.

El cordón sanitario que Ciudadanos le impuso a Pedro Sánchez el 28 de abril y el clamor de las huestes socialistas que esa misma noche electoral gritaban en Ferraz «con Rivera, no» no supondrán un alto precio para el PSOE de cara a los comicios del próximo domingo. Según la encuesta de NC Report, los socialistas solo podrían arrebatarle Castilla y León al PP de aliarse con los naranjas, mientras que las cuatro comunidades restantes en las que existe posibilidad de pacto –Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura– las tendrían aseguradas también con la suma de izquierdas. Una opción que sería la preferente para el PSOE ya que con Podemos y las marcas de izquierdas se asegurarían los gobiernos de hasta siete regiones: Asturias, Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura y La Rioja. Con este mapa, Iglesias hará valer su posición para apuntalar gobiernos en una futura negociación para entrar en Moncloa .

Los socialistas serían la lista más votada en todas las comunidades exceptuando Navarra y Cantabria, pero la suma de las derechas permitiría al PP gobernar en Castilla y León, La Comunidad de Madrid y Murcia. Mención especial merecen Castilla-La Mancha, La Rioja y Baleares que pueden decantarse del lado de socialistas y populares en función de Ciudadanos y los partidos nacionalistas. En caso de que optaran por el PP, Pablo Casado podría salir airoso de la cita con las urnas, consiguiendo hacerse con el poder en seis regiones y arrebatándole al PSOE dos de sus actuales bastiones: Baleares y Castilla-La Mancha. El caso castellanomanchego es, si cabe, el más complicado ya que los socialistas tienen opción de mantenerlo con un pacto solvente con Ciudadanos y con otro más exiguo, que roza la mayoría absoluta, revalidando su actual entente con Podemos. Sin embargo, en La Rioja y Baleares, socialistas y populares tendrán que granjearse el apoyo de los dos diputados del Partido Riojano y los entre tres y cuatro del PI balear, respectivamente.

Asturias, Baleares y La Rioja solo serán para los socialistas si forjan una alianza de izquierdas. En Asturias conseguirían la mayoría absoluta sumando con Podemos, sin necesidad de IU, aunque las relaciones con los morados no fueron buenas durante la etapa de Javier Fernández. En Baleares, Armengol apoyada de la sopa de siglas de la izquierda dependerá del PI para revalidar el poder y en La Rioja, Concha Andreu podría arrebatarle el gobierno al PP de la mano de los regionalistas. En Aragón, Javier Lambán tiene asegurado repetir y podrá elegir si hacerlo pactando a izquierda o a derecha. Una situación similar a la de Guillermo Fernández Vara en Extremadura. En Canarias también podría darse esta geometría variable, pero por la izquierda la mayoría es más solvente que apoyándose en Cs.

Por su parte, el PP necesitará exportar el pacto a la andaluza a todos los territorios en los que quiera gobernar, contando con que Ciudadanos podría dejarle sin el gobierno de las dos Castillas. A pesar de no ser la fuerza más votada, la alianza con los naranjas y Vox es especialmente solvente en la Comunidad de Madrid, donde rebasan la mayoría absoluta, en Castilla y León, Murcia y La Rioja. En Navarra, el PSOE decidirá quien gobierna, si la derecha o los nacionalistas, y en Cantabria, Miguel Revilla mantiene su liderazgo, aunque deberá apoyarse en PP o PSOE.