Tensión

Junts y ERC presionan para amnistiar el terrorismo y la traición al Estado

Las negociaciones de PSOE con sus socios independentistas continúan y suman otro escollo a la tensión por los delitos de terrorismo

El Gobierno tendrá que volver a sudar la camiseta hoy en el Congreso de los Diputados. De nuevo, se vaticina un nuevo tira y afloja entre el Ejecutivo y sus socios para dar luz verde a la medida que los propios aliados pusieron como condición para sostener a Pedro Sánchez en Moncloa.

Las últimas 24 horas han estado repletas de llamadas y conversaciones a varias bandas entre el PSOE y el independentismo. Junts y ERC volverán a hacer valer su influencia sobre los socialistas y apuran las negociaciones para incluir el terrorismo en la amnistía. Mantienen vivas sus enmiendas para amnistiar todo el terrorismo y también los delitos de traición, contra la paz y contra la independencia del Estado, en el marco de las nuevas revelaciones del juez del «caso Voloh», que investiga los vínculos de Carles Puigdemont con Rusia. «Hasta última hora», sentencian en ambas formaciones de cara a la votación de la tramitación final de la ley de amnistía.

Se trata, precisamente, de las enmiendas que el PSOE no aceptó la pasada semana en la Comisión de Justicia y que se entienden como la única vía para blindar completamente a Carles Puigdemont ante el caso «Tsunami Democràtic», después de que el juez Manuel García Castellón avisara de que los organizadores son responsables de delitos que no serían amnistiables. Concretamente, al desvelar en su auto que la organización habría tenido la intención de actuar al paso de la comitiva del Rey Felipe VI en su visita a Barcelona en el verano de 2020. El instructor del caso cuestiona que se pueda aplicar dicha amnistía ni al prófugo de la justicia ni a los participantes en esas protestas, porque todos asumieron la posibilidad de que en las algaradas pudieran producirse víctimas mortales.

La enmienda más importante para Junts es la que pide incluir dentro de la amnistía delitos que señala el juez del «caso Voloh», Joaquín Aguirre, quien insistió en la conexión rusa con el independentismo. La implicación del expresident en este caso pone en riesgo su inclusión en la ley de amnistía. Y es que, con el actual redactado de la ley, según el artículo 2 en su apartado d, se excluyen los delitos de «traición y contra la paz o la independencia del Estado».

ERC, por su parte, confía en introducir en la ley la devolución de las cantidades abonadas en concepto de las multas impuestas en aplicación de la ley de seguridad ciudadana y excluir de la amnistía «a todos los actos tipificados como delitos de torturas o de delitos inhumanos o degradantes» independientemente de que «superen un umbral mínimo de gravedad». De esta manera, los republicanos, buscan dejar fuera a los policías investigados por las cargas del 1-0. «Nosotros no cerramos la puerta hasta el último momento, mantenemos vivas las enmiendas y seguiremos hablando hasta mañana, con voluntad de máxima discreción y responsabilidad», aseguró ayer la portavoz republicana, Raquel Sans. ERC, ya ha reconocido, sin embargo, que para ellos, con las enmiendas pactadas la pasada semana en la que se excluye el terrorismo de la ley de amnistía, se ha conseguido una «ley robusta y bien hecha».

El partido de Carles Puigdemont quiere extender además dos meses el plazo de aplicación de la amnistía –para que abarque desde el 1 de noviembre de 2011– con el objetivo de que entren las causas que afectan al personal de la consejería catalana de Exteriores y que se siguen en el Tribunal de Cuentas. La única opción con la que cuentan los independentistas es que el PSOE vote a favor de los textos que rechazaron anteriormente. En ambas formaciones reconocen que es improbable que ganen esa batalla hoy.

Sin embargo, todas las posibilidades estaban sobre la mesa, al cierre de esta edición. El PSOE optó ayer por la prudencia antes de dar por rechazadas finalmente las enmiendas de los independentistas. Evitaron pillarse los dedos después del mal trago de la pasada semana cuando los socialistas se negaron, primero, a la exigencia del independentismo de amnistiar el delito de terrorismo durante el procés y, después, cedieron. Así, quedó una imagen de un socialismo retratado que cedía ante sus socios. Ahora, de cara a la negociación final en el PSOE se cuidan ante cualquier rectificación in extremis para salvar la ley de amnistía, y a la vez, mantener el apoyo de sus socios durante la legislatura. La portavoz del PSOE aseguró en varias ocasiones ayer en rueda de prensa que, sobre el margen de negociación con Junts, «ahora mismo no hay ningún cambio, lo que sí hay es tiempo». Según Ferraz, se encuentran «satisfechos y cómodos» con el actual redactado de la ley, pero no se cierran a cualquier cambio. «De aquí a mañana –por hoy– seguiremos hablando con todos», dijo.

Las enmiendas de ERC y Junts recibirán el apoyo de socios como Podemos o el PNV. Mientras que el grupo parlamentario de Sumar todavía no ha decidido su voto, a expensas de la negociación final del PSOE con los independentistas.