Tribunales
Koldo niega malos tratos a su exmujer: "Que me pretendan convertir en un machista agresor es la gota que colma el vaso"
El exasesor de Ábalos se reivindica ante Interior y resalta que ha sido "leal colaborador" de la Guardia Civil aunque ahora "intenten convertirme en un simple portero de burdeles"
Koldo García niega que esté siendo investigado por violencia de género, después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno remitiese a los juzgados de Villajoyosa (Alicante) un atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) que incluye mensajes en los que el instructor del "caso Koldo" apreció indicios de malos tratos, delito del que no es competente la Audiencia Nacional. En su matrimonio, asegura en un comunicado al que ha tenido acceso LA RAZÓN, "jamás hubo malos tratos ni violencia ni vejaciones".
El exasesor de José Luis Ábalos denuncia que ha estado soportando "todo tipo de falsedades, vejaciones y exageraciones" contra él. "Que me pretendan convertir además en un machista agresor es la gota que colma el vaso", afirma.
"Tengo un profundo respeto hacia mi exmujer", asegura en referencia a Patricia Uriz, con quien asegura mantener "una extraordinaria relación" y a quien agradece su "entereza" porque -se queja- "lo que llevamos soportando hace más de año y medio destroza relaciones familias, amistades y lealtades de todo tipo".
"He dedicado años de mi vida a ayudar y colaborar activamente en la lucha contra la violencia de género y he dedicado tiempo en mi vida a ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad", se reivindica Koldo García, que hace hincapié en que "es rigurosamente falso" que en su matrimonio "haya habido jamás nada que pueda encuadrarse en ninguna de las distintas formas de violencia o de falta de respeto". "Ella misma podrá corroborar lo que ha vivido", apunta.
Una "maniobra política"
En ese comunicado, Koldo va más allá y dice ser víctima de una "maniobra política" que "se está tolerando con el silencio cobarde de instituciones, organismos y algunas personas". Y pone en valor su periplo profesional: "He sido leal colaborador, y no me arrepiento, de la Guardia Civil y de otras instituciones de la seguridad del Estado, por mucho que ahora la Guardia Civil y el Ministerio del interior hayan iniciado procedimientos administrativos para quitarme las medallas que me dieron por operaciones especiales en las que intervine para y por el Estado". "Aunque consigan quitarme esas medallas, las llevaré con mucho orgullo siempre, por mucho que ahora intenten convertirme en un simple portero de burdeles".
"No he sido ministro, ni secretario de Estado, ni presidente autonómico, ni presidente de ninguna empresa pública ni cargo electo y jamás podría haberlo sido", insiste. "Jamás he cometido ningún delito de malversación de caudales públicos; jamás he cometido ningún delito de violencia contra nadie, y menos contra mi exmujer", añade. Y pese a todo, se queja, "le doy nombre a un caso que no debería llevar ese nombre". Porque según él, "el objetivo no es Koldo García, ni mi hermano, ni mi exmujer; el objetivo tiene otro nombre".
"Silencio cobarde"
"No se quiere saber la verdad -lamenta- y cuando se sepa que jamás en el matrimonio entre Koldo y Patricia hubo malos tratos ni violencia ni vejaciones, no interesará a nadie". Koldo García dice ser víctima de un "linchamiento mediático" en el que "lo que interesa es crear un clima de culpabilidad y condena social" ante "el silencio cobarde de todos" frente a "cómo un Estado de Derecho no puede o no quiere garantizar el correcto funcionamiento de las actuaciones judiciales y policiales".
"La oficina judicial de notificaciones ha sido sustituida por los medios de comunicación y las televisiones", se resigna señalando que en programas de máxima audiencia "se dice literalmente que las fuentes de la filtración son la propia guardia civil y no ocurre nada, y nadie abre diligencias". "Se publica la apertura de diligencias judiciales por un supuesto caso de violencia contra una mujer y la supuesta mujer maltratada no sabe nada y nadie ha recibido una citación".
Por último, recuerda que se ha dirigido en varias ocasiones al fiscal general del Estado "solicitando ayuda y amparo" frente a lo que considera "actos de violencia extrema e innecesariamente desmedida poniendo en riesgo una menor, como ocurrió en la entrada y registro de mi casa por parte de la Guardia Civil, y nadie abierto diligencias".