La Guardia Civil sorprendió a Torra en la nave donde se guardaban las papeletas del 1-O

Un agente califica de “totalmente hostil” la actitud de los concentrados que intentaron impedir que se llevaran el material

Veinte días antes de que la Guardia Civil se incautará de casi diez millones de papeletas del 1-O en una nave industrial de Bigues i Riells (Barcelona), los agentes que efectuaban las labores de vigilancia sorprendieron a Quim Torra entre las personas que entraban y salían de la nave, algunas de ellas “llevando cajas”. Así lo ha ratificado hoy ante el tribunal del juicio del “procés” un brigada del Instituto Armado que participó en el registro de la nave y en la detención de su responsable, Pau Furriol. En el informe que entonces realizó la Guardia Civil sobre esos seguimientos -incorporado a la investigación del 1-O que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona- identificó a Torra como vicepresidente de Òmnium Cultural e integrante del consejo permanente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

El agente ha recordado la “actitud totalmente hostil” que se encontraron en las “200 o 300 personas” que se habían concentrado en el exterior de la nave para impedir la salida da la comitiva judicial. Hasta el punto de que el letrado de la Administración de Justicia, ha explicado, “nos pidió que le dejásemos algo para cubrirse el rostro para que no le reconocieran”. Hubo “golpes y gritos y una situación muy tensa”, pero consiguieron que el secretario judicial primero y el abogado de oficio de Furriol después abandonaran la nave. Pero con las ocho furgonetas de la Guardia Civil “cargadas hasta arriba” de las papeletas incautadas “fue materialmente imposible”. Cuando empezó a circular la primera furgoneta “se le echaron encima y algunos se tiraron en el suelo delante de las ruedas”. Según ha contado, les lanzaron latas de coca cola y botellas de agua llenas, golpearon los vehículos y un hombre hasta “se lanzó sobre uno de ellos simulando un atropello”. Hasta las cinco de la tarde, tres horas después de concluido el registro, no pudieron salir de allí, según ha asegurado el testigo.

El agente ha dejado claro que a lo largo de toda la investigación “ha quedado constatado que la estructura de la Generalitat fue utilizada para el proceso soberanista y para la organización del referéndum”, incluso utilizando a empleados públicos para determinados cometidos.

Otro guardia civil que participó en el registro de la Conselleria de Trabajo ha asegurado a preguntas del fiscal Fidel Cadena que en uno de los correos intervenidos la entonces titular del departamento, Dolors Bassa, informaba al secretario general de CC OO “del derecho de los trabajadores” a ausentarse de sus puestos para ir a votar el 1-O, una nota que acompañaba de la Ley del Referéndum, suspendida por el Tribunal Constitucional, y de otras leyes de desconexión aprobadas por el Parlament.

Además, Bassa dio el visto bueno a una nota interna en la que felicitaba a los empleados de la conselleria “por la respuesta de indignación” frente a lo que define como un “acto injusto de la Fiscalía” y les animaba a seguir “con la misma firmeza y constancia”. El agente ha explicado que según se desarrollaban los registros en tres despachos de Trabajo se encontraron con “muestras de rechazo”, hasta el punto de que las paredes de la conselleria por las que pasaban se llenaron “de panfletos” animando a votar el 1-O y una persona fue sorprendida “grabando imágenes de la comitiva judicial”. Ante la presencia de entre 300 y 400 personas ante la puerta principal de la consejería que “insultaban y gritaban contra la Guardia Civil” finalmente, a instancias de un empleado del departamento, salieron por un parking de un edificio contiguo. Preguntado por una defensa por la supuesta actitud pacífica de la gente congregada, el brigada ha sido concluyente: “Una actitud de personas que te increpan y te insultan yo no lo definiría como pacífica...