La inversión extranjera se desploma un 66% en Cataluña por la deriva soberanista

La incertidumbre que genera la aventura independentista de Artur Mas ha provocado graves consecuencias en la economía catalana. El clima de inseguridad y desconfianza ha llevado a los inversores a paralizar sus inversiones en Cataluña.

La aventura independentista de Artur Mas al frente de la Generalitat está teniendo graves consecuencias para la economía catalana. La entidad Convivencia Cívica Catalana (CCC) se está convirtiendo por méritos propios en uno de los mayores guardianes de los desmanes de la Generalitat con sus informes y esta vez no iba a ser una excepción. Según sus cuentas, basadas en los datos del Registro de Inversiones del Ministerio de Economía, la inversión extranjera en Cataluña ha caído un 66 por ciento en el segundo trimestre de 2014 respecto al mismo periodo de 2013, pasando de 787 millones de euros el año pasado a 267 millones en el actual ejercicio.

Así se desprende del informe titulado «Desplome de la inversión extranjera en Cataluña en 2014», que también indica que durante el periodo de abril a junio de este año se ha registrado un mínimo histórico de la inversión extranjera en Cataluña desde el año 1993.

La disminución del interés en 2014 por invertir en Cataluña ha sido generalizada por parte de inversores procedentes de las principales áreas geográficas del mundo. Por parte de los países europeos el interés ha caído un 61 por ciento, superado por los americanos (-65 por ciento) y por el conjunto de la OCDE (-65 por ciento).

La caída de la inversión extranjera ha afectado a los principales sectores productivos de Cataluña tales como la industria de manufactura (-77 por ciento), la construcción (-66 por ciento), las actividades profesionales (-56 por ciento) y de manera muy destacada al sector financiero catalán (-93 por ciento). Desde finales de 2010, momento en el que CiU tomó posesión del gobierno autonómico de Cataluña, con una mención expresa a una hipotética secesión, los inversores extranjeros han destinado cuatro veces menos de su dinero en Cataluña que en Madrid, a pesar de que el peso económico de ambas regiones es similar.

Una de las conclusiones que se desprende del estudio es que la incertidumbre y la inestabilidad política en Cataluña en este año 2014 están pasando factura y contribuyendo a crear un clima de inseguridad y desconfianza entre los inversores extranjeros, que han decidido de manera mayoritaria contraer o incluso paralizar sus inversiones en Cataluña.

Convivencia Cívica Catalana, presidida por Francisco Caja, es una plataforma coordinadora de entidades cívicas y ciudadanos que se define como defensora de los derechos y libertades de los ciudadanos, y que ha desarrollado una intensa labor de lucha para defender la libertad lingüística en Cataluña «vulnerada por los sucesivos gobiernos autonómicos».

«Apelamos desde la entidad a la responsabilidad de los políticos de Cataluña y hacemos un llamamiento a su sensatez para evitar un perjucio mayor al ya generado a la economía catalana, a su tejido empresarial y a todos sus agentes económicos, incluido el conjunto de los ciudadanos catalanes», defiende su presidente en una nota de prensa.