Política

Pascua Militar

«La misión constitucional de los militares es defender la nación cuando y donde sea»

El ministro de Defensa Pedro Morenés, durante su intervención en los actos de la Pascua Militar
El ministro de Defensa Pedro Morenés, durante su intervención en los actos de la Pascua Militarlarazon

La celebración de la Pascua Militar sirvió para que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, pronunciase un discurso cargado de optimismo, reivindicaciones y, en algunos momentos, de cierto pesimismo de cara al futuro. Comenzó alabando a «los hombres y mujeres que conforman nuestras Fuerzas Armadas», su «espíritu de servicio a España» y su «eficacia en las situaciones más críticas y variadas». No se olvidó de quienes «fallecieron en acto de servicio cumpliendo con su deber. Su ejemplo nos acompaña», dijo. Y, al igual que el Rey, tuvo palabras de afecto para Don Juan Carlos, quien «fue siempre y será un referente para todos sus componentes».

De nuevo, volvió a resaltar la «austeridad» que ha marcado los últimos años la vida de las Fuerzas Armadas sin que por ello se haya perdido operatividad y, al mismo tiempo, reconoció que «no ha sido fácil» diseñar «una estructura más sencilla». Una estructura ésta que permita hacer frente «a un futuro que avanza a una extraordinaria velocidad, con grandes dosis de imprevisibilidad». En este punto, se centró en la principal amenaza para España, el yihadismo, lo que ha llevado a los militares y guardias civiles españoles a desplegarse en Afganistán, el Sahel o, en breve, Irak, «haciéndole frente con nuestros aliados». Y advirtió de que «ignorar a este enemigo sería renunciar a nuestra seguridad», por lo que valoró la contribución militar para frenar esta amenaza, una aportación «no exenta de riesgos».

A partir de ahí, llegó el turno de las reivindicaciones, porque «debemos ser capaces de transmitir a la sociedad cuáles son nuestras necesidades prioritarias». Personal motivado, buena formación, revisión normativa... y materiales más modernos. «Fundamental es la necesidad de la renovación tecnológica, que contribuye a proporcionar superioridad disuasoria y operativa sobre los posibles adversarios».

Pidió inversiones en investigación y desarrollo en «un sector crítico para nuestros intereses», porque «las Fuerzas Armadas tienen hoy un material moderno y tecnológicamente avanzado», pero «dormirse en el estado actual de este material sería tan arriesgado como no haberlo tenido. Por ello necesitamos una renovación permanente de nuestras capacidades». ¿Cómo? Siendo «capaces de transmitir a los ciudadanos que la seguridad y la defensa requieren una inversión permanente».

El punto pesimista llegó cuando ensalzó la capacidad de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil de mantener su operatividad en los periodos más virulentos de la crisis», pero «esta situación no podría prorrogarse en el tiempo sin arriesgar nuestra capacidad operativa».

Por último, Morenés reafirmó el compromiso de las Fuerzas Armadas «con su misión constitucional de llevar a cabo la defensa de la nación y de sus intereses, cuando y donde sea necesario». En esta ocasión no hizo una alusión tan directa a Cataluña como el pasado año, cuando afirmó que los militares «mantienen el ánimo firme y sereno, sin atender a absurdas provocaciones».