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¿Los niños asesinados en las casas cuartel eran parte del «conflicto»?

La Asociación Unificada de Guardias Civiles denuncia que la banda terrorista vuelve a atentar contra la Guardia Civil

Dos niños que se encontraban en la casa cuartel de Vic, tras al atentado
Dos niños que se encontraban en la casa cuartel de Vic, tras al atentadolarazon

La Asociación Unificada de Guardias Civiles se pregunta si los niños asesinados en las casas cuartel son o no, según ETA, "parte del 'conflicto'".

La Asociación Unificada de Guardias Civiles ha reaccionado al comunicado de la banda terrorista ETA y se ha preguntado si los niños hijos de guardias civiles asesinados en las casas cuartel formaban "parte del 'conflicto', ya que el anuncio de la banda pide perdón "a las víctimas que no tenían particiàción directa.

Según explica la AUGC en un comunicado publicado hoy, ETA ha vuelto a atentar contra la Guardia Civil. En este caso contra la memoria de esos dos centenares largos de víctimas y sus familiares. Viudas, huérfanos, padres y madres que perdieron a sus hijos. A ninguno de ellos les piden perdón sus asesinos, que únicamente se avienen a hacerlo respecto a “víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto”.

Además, para la AUGC, el comunicado etarra vuelve a emplear el término de ‘lucha armada’ para eludir llamar al terrorismo por su nombre, algo que, denuncian "es una nueva muestra de la cobardía y la falsedad de la banda".

"Si ETA realmente hubiera querido pedir perdón, lo tenía muy fácil, ha dicho la AUGC, pero en su escrito ha vuelto a justificar el asesinato de guardias civiles, militares y policías". De este modo, según las Asociación, la lista de las víctimas justificadas podría ampliarse a concejales, empresarios o periodistas, porque no se sabe cuál es el ámbito de “participación directa en el conflicto”.

La mayor asociación de guardias civiles denuncia también que la vida de los agentes todavía está muy lejos de la normalidad en Navarra y el País Vasco y ha recordadoel ataque en Alsasua en 2016 y otras situaciones de acoso diarias que provoca que los agentes y sus familias sufran el aislamiento y el miedo a moverse con normalidad por pueblos y ciudades de estas comunidades autónomas.