Los Presupuestos se aprobarán en el Congreso a finales de agosto

El Gobierno prevé habilitar la segunda quincena del mes para su tramitación.

El debate de totalidad de los Presupuestos para 2016 podría celebrarse en un Pleno extraordinario del Congreso durante la última semana deagosto, según los cálculos que hacen en el Grupo Popular. Una semana antes, más o menos, se convocarán las comisiones en las que comparecerán los ministros para informar de las cuentas de sus departamentos. El calendario definitivo lo fijará el Gobierno bajo la previsión inicial de que no haya trabajo en Pleno ni en comisión hasta el 15 de agosto. La fecha la determinará el momento en que el Consejo de Ministros apruebe el anteproyecto y el primer paso se dará esta semana con la aprobación del techo de gasto.

Ayer, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, defendió la «responsabilidad» del Gobierno con su decisión de aprobar los Presupuestos antes de que se disuelvan las Cámaras por la convocatoria de las generales. «Tenemos tiempo. Entiendo que puede haber a quien no le guste trabajar en agosto, pero merece la pena hacer el ejercicio de responsabilidad de acortar las vacaciones para atender la ley más relevante de contenido económico de un periodo de sesiones», explicó.

En contra tiene a la oposición. El portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, defendió que al estar tan cerca las elecciones, lo lógico es que un Parlamento y un Gobierno con una nueva mayoría sean los que aprueben los nuevos Presupuestos. «El PP quiere aprobar con la mayoría que obtuvo hace cuatro años unos Presupuestos para un año en el que ya no va a ser Gobierno. Eso es legal, pero no razonable ni legítimo. Por eso les hemos dicho que convoquen cuando quieran las generales, porque esta Legislatura está liquidada y estamos convencidos de que el PSOE va a ganar las elecciones».

Desde el PP, por contra, echan en cara al PSOE que el Gobierno de Zapatero anticipara las elecciones de 2011 y disolviese las Cámaras sin cumplir con su responsabilidad de aprobar los Presupuestos para «engañar» a la opinión pública y no explicarle la gravísima situación económica que atravesaba España y la urgencia del ajuste del gasto público que imponía Bruselas.