Más seguro y confiado que en las anteriores entrevistas

El presidente del Gobierno se ha mostrado mucho más abierto que en las anteriores entrevistas. Su tono ha sido pausado y las respuestas las ha estructurado intentando mostrarse cercano: lo vemos en cómo ha mantenido durante toda la entrevista el cuerpo inclinado hacia la periodista Gloria Lomana.

Sus brazos se han movido en paralelo en muchas ocasiones, lo que nos transmite coherencia, lo mismo que mostrar las palmas de las manos, algo que ha hecho en muchas ocasiones. Se ha sentido cómodo porque estaba sentado totalmente en la silla y ha mostrado muchos gestos de empatía.

Los nervios sólo se han reflejado en el movimiento del tobillo derecho, cuando la pregunta no le agradaba lo movía y tensionaba. Lo mismo que se separaba de forma inconsciente, reclinando su cuerpo hacia atrás y poniendo de «barrera» su mano, cuando el tema sobre el que versaba la pregunta no le gustaba.

Ha mantenido el control durante toda la intervención; dominaba la parte derecha de su rostro y porque la posición de sus manos, uniéndolas por los dedos, reflejan el dominio de la situación. Los movimientos horizontales de su brazo derecho para dar fuerza a su mensaje han sido recurrentes, lo mismo que el tono seco en algunas respuestas, buscando dar claridad y robustez a su mensaje. Ha intentado sonreír durante toda la intervención, aunque en ocasiones de modo tensionado, lo que nos refleja control de la verbalización. Ha medido sus palabras, reforzadas por la estructura de sus respuestas. En general, ha conseguido su propósito de transmitir serenidad y confianza.

*Psicóloga y coach