Doctrina Parot

«¿No me dais habitación por ser Miguel Ricart?»

Tras cerrarle sus puertas los hoteles de Barcelona, el ex convicto se hospeda en Gerona

En los cuatro días que Ricart pasó en la Ciudad Condal merodeó por el entorno del Arco del Triunfo y del parque de la Ciudadela sin tener un destino claro
En los cuatro días que Ricart pasó en la Ciudad Condal merodeó por el entorno del Arco del Triunfo y del parque de la Ciudadela sin tener un destino clarolarazon

Miguel Ricart se hospedó anoche en el hostal Equity Point, situado en la plaza de Cataluña de Gerona, a donde llegó a media tarde. El asesino de Alcàsser viajó a la provincia catalana desde la Ciudad Condal buscando un lugar donde pasar desapercibido y poder dormir. El único acusado por la muerte de Toñi, Miriam y Desireé se ha encontrado desde el 29 de noviembre, día en el que abandonó la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), con la negativa por respuesta ante todas sus peticiones, aunque, por fin, ha encontrado un lugar en Gerona. Sin embargo, el viernes se le negó una habitación en un hotel próximo al parque de la Ciudadela en Barcelona. «¿No me dais habitación por ser Miguel Ricart?», preguntó el asesino de Alcàsser en la recepción. Estos diez días de libertad no están siendo nada fáciles para Ricart. Las órdenes religiosas catalanas no le han prestado ayuda y en algunos hoteles se han negado a hospedarlo. Es más, aludieron a que aunque quisieran no podrían formalizar una reserva porque el autor del triple asesinato de las tres niñas tenía el DNI caducado desde hace cuatro años. Sin embargo, fuentes consultadas por LA RAZÓN aseguran que todos los presos salen de la cárcel con su documento de identidad en regla, ya que los propios funcionarios policiales se desplazan para renovar el DNI de los reclusos cuando aquél está próximo a caducarse.

En torno a las ocho de la tarde del viernes, Ricart pidió una habitación en el hotel barcelonés seguido de cerca por cuatro mossos d'esquadra. Pese a que le atendieron, se negaron a proporcionársela. Ante la negativa, agachó la cabeza y salió del hotel, no sin antes suplicarles que no avisaran a los medios de comunicación. Se cumplen ya cuatro días desde que el ex presidiario se instalara en Barcelona. A su llegada, al no conocer la Ciudad Condal, merodeó sin un destino claro. Así, se movió entre el Arco del Triunfo y el parque de la Ciudadela, dos lugares muy próximos a la Estación del Nord, donde arribó el día antes.

Los días pasan y a Miguel Ricart se le acaban los recursos. Según ha podido saber este diario, salió de la cárcel con alrededor de 2.600 euros. Este dinero son sus ahorros tras dos años de trabajo en el comedor de la prisión. Pero la compra del billete de tren a Jaén, la estancia en Madrid, el billete hacia Córdoba, el ticket de autobús hasta Barcelona y la estancia en esta ciudad han reducido su capital. Para conseguir dinero para sobrevivir, el ex presidiario deberá inscribirse como demandante de empleo si quiere cobrar la prestación por excarcelamiento. A partir de ese momento y tras un mes sin encontrar trabajo tiene 15 días para formalizar los papeles. Recibirá 426 euros mensuales durante seis meses, prorrogables por dos periodos de igual duración si no encuentra empleo. Después podrá cobrar su paro acumulado por los dos años de servicios prestados en el comedor de Herrera de La Mancha, pero «siempre y cuando cotice al menos un día fuera de la cárcel», según la Asociación de Familiares y Amigos de Presos.