Opinión

El pescado está vendido en Madrid

Ayuso vende éxito, y eso es lo primero que quiere sentir la sociedad de la región

Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz AyusoJuan Carlos Hidalgo EFE

Lo más destacable de las celebraciones del día de la Comunidad de Madrid, es la predicción de los sondeos de que Ayuso logrará mayoría absoluta. El PSOE, descabalgado en la tercera posición en las últimas elecciones, tiene como único objetivo recuperar la segunda plaza, dando por desestimado cualquier conato de pelea por la presidencia autonómica.

Díaz Ayuso ha conseguido que el PP vuelva a ser el partido hegemónico en Madrid, algo que parecía imposible hace tan solo cuatro años, cuando en enero de 2019, Pablo Casado la designó como candidata.

La clave de su consolidación se basado, por un lado, su olfato para detectar la idiosincrasia de los madrileños y, por otro, los consecutivos errores de la oposición.

Ayuso vende éxito, y eso es lo primero que quiere sentir la sociedad de la región. Su discurso simple, pero eficaz, basado en una concepción ultraliberal de la economía y el desparpajo del que hace gala, solo comparable con Esperanza Aguirre, han protagonizado momentos estelares, haciéndola objeto de adhesiones inquebrantables y de enemigos acérrimos.

Los errores socialistas tienen diverso origen. Desde que Pedro Sánchez colonizó la histórica federación madrileña, los fracasos y la pérdida de votos se han sucedido uno tras otro. Nunca un líder tuvo un balance tan desastroso.

El sometimiento de los mandos intermedios del socialismo madrileño a Ferraz y la huida de afiliados han terminado de hacer el trabajo, convirtiendo al PSOE en un partido viejo, antipático y alejado.

Más Madrid fue el refugio del voto de izquierda, pero Mónica García no ha cumplido con las expectativas. Lo que se sabe de ella es que es médico y madre, cuestión que repite de la pregunte lo que se la pregunte y que está con Yolanda Díaz.

Aunque, según la mayoría de sondeos, volverá a liderar la oposición, lo más probable es que no sea así y que el PSOE arrastre algún voto más. No está claro para ninguno de los dos, aunque las consecuencias son diferentes para ambos partidos.

En tanto que Más Madrid anda en la construcción de Sumar y eso significa que el liderazgo de García no corre peligro pase lo que pase, el Sánchez está esperando a los resultados del PSOE madrileño.

Si estos vuelven a ser malos, el dedo de Ferraz apuntará a los candidatos locales, que serán convenientemente defenestrados asumiendo toda la responsabilidad para hacer desaparecer la del propio Sánchez. El pescado está vendido a menos de un mes.