La "polarización asimétrica" o cómo el PSOE le está copiando el discurso a Podemos

El término "polarización" fue escogido como palabra del año 2023 por la Fundación del Español Urgente (FundeuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE. Fue seleccionada por encima de otras por su cada vez mayor presencia en medios de comunicación y discurso político.

Orígenes y Evolución del término

Hizo su primera aparición en el diccionario académico en 1884, y hacía referencia a situaciones en las que "existen dos opiniones o actividades muy definidas y distanciadas, en ocasiones con las ideas implícitas de crispación y confrontación", según indicaba la propia Fundeu.

Sin embargo, esta definición se limitaba exclusivamente al ámbito de la ciencia (de la física), pero desde principios del siglo XXI el diccionario de la RAE ya recogía un significado más amplio en el que polarizar se había extendido a la esfera del lenguaje general.

Utilización por parte de Pedro Sánchez

Durante la sesión en el Congreso de los Diputados en noviembre del año pasado en la que fue investido Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez refirió la situación de crispación que vive España como "polarización asimétrica". Achacó de esta deriva de posicionamiento extremista de la sociedad, según él, al Partido Popular y a Vox.

La semana pasada se pudo escuchar a Sánchez durante una comparecencia a los medios asegurar que existe "una polarización asimétrica", utilizando de nuevo el mismo término que no adquirió demasiada repercusión meses atrás. Añadió además que "hay gente que insulta y gente que somos insultados; gente que ataca y gente que somos atacados".

De esta manera, el Presidente del Gobierno presentaba a su formación y a todos los partidos que apoyaron su investidura como "víctimas", tanto de los "ataques" por parte de medios de comunicación como de la oposición política.

"Podemización" del PSOE

Esta narrativa victimista ya llevaba un tiempo siendo utilizada por la izquierda más progresista, especialmente por parte de Podemos. De hecho, desde DiarioRed, que forma parte del medio de comunicación del exvicepresidente Pablo Iglesias, reprochaban en un editorial el uso de la palabra "polarización" por parte de Pedro Sánchez.

Desde el medio afín al partido morado, defendían que el líder del PSOE utilizaba este término para poner a la misma altura opiniones políticas muy diferentes. Parece disgustarles ahora que los socialistas, a los que siempre han afeado su "moderación", les encasillen a ellos en una posición de extrema izquierda.

El Partido Socialista está llevando a cabo con todo esto una política de comunicación de "tira la piedra y esconde la mano": por una parte, atacan brutalmente y con motivos personales a la oposición política (como es el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso), y por la otra, se presentan como víctimas de una supuesta retórica y comunicación agresivas por parte de sus detractores.

La hipocresía de Óscar Puente

Es el caso de Óscar Puente, que lleva unos meses muy activo a través de la red social X, donde reproduce esta nueva narrativa del PSOE que ha copiado de Podemos. El ministro de Transportes, que celebraba el lunes haber llegado a la cifra de 150.000 seguidores en X gracias a su entrada en el Gobierno, mantiene desde hace unas semanas una confrontación directa contra el medio de comunicación TheObjetive.

Puente, que forma parte del poder ejecutivo, se ha referido, desde su posición y en reiteradas ocasiones, a este diario digital como "The Ojete", utilizando además imágenes de contenedores amarillos rodeados de ratas y moscas en referencia a TheObjetive, aparentemente generadas por inteligencia artificial.

El ministro socialista, sin embargo, se ha mostrado muy activo por X durante los últimos meses, y ha atacado de forma contundente y directa a varios de sus detractores políticos de maneta muy despectiva, al igual que ha hecho con los medios de comunicación que no son afines a su formación.

Hablar de "polarización asimétrica" es una contradicción, como lo sería hablar de una "equidistancia desigual", no guarda ningún tsentido. Se trata de una forma retórica, casi poética, que pretende generar una narrativa política victimista en la que el PSOE se presenta como una víctima sempiterna. Los socialistas intentan así erigirse a sí mismos como representantes de las buenas formas y del cometimiento, algo que queda, como se ha podido observar el las últimas semanas, muy lejos de la realidad.