"Lawfare"

El presidente del Supremo insta al Gobierno a poner "todos los medios a su alcance" para frenar los ataques a los jueces

Francisco Marín traslada a Bolaños que el "clima de tensión" no favorece la "inaplazable" renovación del CGPJ

El presidente interino del Tribunal Supremo, Francisco Marín, ha trasladado hoy al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, la necesidad de que el Gobierno ponga "todos los medios a su alcance para que cesen los ataques al Poder Judicial". En el transcurso de la reunión mantenida entre ambos en la sede del alto tribunal -que fue cancelada el pasado día 13 por el malestar existente por las acusaciones de "lawfare" del independentismo a los jueces-, Marín se ha congratulado -según fuentes del Supremo- por "las manifestaciones en defensa de la carrera judicial hechas por Bolaños en los últimos días".

En el encuentro, que se ha desarrollado en el marco de la habitual ronda de contactos institucionales del nuevo titular de Justicia tras asumir el cargo en sustitución de Pilar Llop, el presidente interino del Tribunal Supremo se ha referido expresamente a los ataques a los jueces que se han producido en las últimas semanas "tanto en el Congreso como en el Senado".

Marín también ha trasladado al ministro que "el clima de tensión creado por esos ataques no facilita avanzar hacia los necesarios acuerdos para la imprescindible e inaplazable renovación del Consejo General del Poder Judicial". Tanto el presidente del Tribunal Supremo como el titular de Justicia han abordado asimismo durante la reunión "las necesidades de medios humanos y materiales del alto tribunal".

Fuentes de Justicia señalan que Bolaños ha expuesto al presidente del alto tribunal "la necesidad de garantizar el respeto y la independencia de jueces y magistrados" y de lograr "lo antes posible" la renovación del CGPJ, que para el ministro "no es una opción, sino una obligación inaplazable y de urgente cumplimiento". Del mismo modo, ambos han abordado "los proyectos para fortalecer la Administración de Justicia" y las iniciativas del Ministerio "en materia de eficiencia procesal, digitalización y acceso al servicio público de Justicia".

Reunión cancelada in extremis

El cara a cara entre el nuevo ministro de Justicia y Francisco Marín -que asumió la presidencia en funciones del TS ante la imposibilidad de que el CGPJ eligiese al sucesor de Carlos Lesmes por la reforma que le impide realizar nombramientos estando en funciones- llega apenas una semana después de que el profundo malestar en el Supremo por los ataques a los jueces de Miriam Nogueras, portavoz parlamentaria de Junts, llevase a Marín a cancelar in extremis esa cita por "motivos sobrevenidos".

Desde el Ministerio de Justicia se aseguró entonces que el encuentro se celebraría finalmente este martes, pero problemas de agenda de Bolaños obligaron a posponerlo de nuevo.

El propio presidente en funciones del TS salió entonces a la palestra para rechazar las acusaciones de "lawfare" al presidente de la Sala de lo Penal del Supremo Manuel Marchena, y a los también magistrados del Supremo Pablo Llarena, Carmen Lamela y Carlos Lesmes -que también hizo extensivas a la magistrada del Tribunal Constitucional Concepción Espejel-, a quienes tachó de "indecentes", defendiendo que deberían ser juzgados por "retorcer" la ley.

Reacción unánime del Tribunal Supremo y el CGPJ

En un comunicado, Marín aseguró que "el ataque personal en el Parlamento al anterior presidente del Tribunal Supremo, a un presidente de Sala y a dos magistrados del tribunal carece de precedentes y no se corresponde con los requisitos mínimos de la separación de poderes en un Estado de derecho".

También reaccionó a las palabras de la portavoz parlamentaria de Junts el presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, quien expresó en un comunicado que "el señalamiento" de varios magistrados del Tribunal Supremo es "inadmisible en un Estado de Derecho, uno de cuyos principios fundamentales es la separación de poderes". Al mismo tiempo, garantizó que esas descalificaciones encontrarían en el órgano de gobierno del Poder Judicial "la más firme oposición" en defensa de su labor jurisdiccional y para proteger su independencia.

Tras cancelarse esa reunión de cortesía del ministro -habitual en los nuevos inquilinos de la cartera de Justicia-, Bolaños intentó apaciguar los ánimos y telefoneó a Marín para, según fuentes ministeriales, trasladarle su convicción de que los jueces "actúan con independencia y separación de poderes". Al mismo tiempo, le garantizó que velará el "prestigio" de los jueces "ante cualquier ataque, venga de donde venga". Bolaños se comprometió a defenderlos de "cualquier descalificación" para garantizarles que puedan "impartir justicia con independencia, en el marco de la Constitución, el Estado de derecho y la separación de poderes".