El pueblo con un reclamo turístico único: tiene la mina de oro más grande de Europa y vale 1.700 millones de euros

Tapia de Casariego ha logrado un vuelco y, tras cinco años de alcaldía socialista, el PP ha recuperado el ayuntamiento. Pedro Fernández (1990), historiador y profesor, es el nuevo alcalde tras las elecciones del 28 de mayo (consiguió seis concejales frente a los cinco del PSOE) y tiene por delante la gestión de un pueblo que está bañado literalmente en oro: tiene la mina más grande de Europa. Se estima que hay en torno a 30 toneladas por extraer, por lo que teniendo en cuenta el precio al que cotiza actualmente, tiene un valor de 1.700 millones de euros.

Sin embargo, los proyectos para reabrir la mina están paralizados desde los años 60 y todo depende del gobierno autonómico, ya que tiene la competencia para habilitar la explotación y está estudiando, en estos momentos, si emite una declaración ambiental positiva ante el nuevo proyecto que ha presentado la empresa Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC) (en 2014 acordó una negativa). Pedro Fernández evita ahondar demasiado en la cuestión: “Tapia tiene muchos problemas que solucionar, y es algo que no nos compete”, comenta, en referencia a que es el gobierno asturiano quien tiene la última palabra.

En todo caso, es un asunto espinoso porque ha dividido al pueblo en momentos de dificultades económicas porque hay quien considera que sí puede revitalizar al municipio dando trabajo a los vecinos mientras que hay quien no lo ve así y considera que solo puede generar perjuicios ambientales que pueden poner en peligro las explotaciones ganaderos y agrarias de los alrededores. Para extraer el oro, hay que remover mucho material.

El alcalde pone sus condiciones para la mina: si la explotación recibe luz verde, debe ser respetando el plan general de ordenación urbana, ya que actualmente la normativa municipal “no lo permite”. A partir de ahí, también plantea una pregunta: “¿La empresa cuánto trabajo va a dar? Si se lo da a técnicos que trabajan desde la distancia, no le hace ningún beneficio al pueblo”, señala. Lo cierto es que algo parecido también está ocurriendo en numerosos pueblos de la España Vaciada, donde se están desplegando placas solares y una de las quejas más recurrentes es el poco trabajo que está generando entre los habitantes de los pueblos pese a la explotación del suelo que está teniendo.

Actualmente, los derechos de explotación están en manos de la compañía Exploraciones Mineras del Cantábrico, que está pugnando por obtener el permiso de actuación en la mina. No obstante, la explotación de las minas de oro parece un culebrón sin fin y algunas fuentes del entorno de la mina apuntan a una teoría: las empresas usan la mina de oro para revalorizarse ya que se antoja muy difícil que acaben explotándola.

En todo caso, Exploraciones Mineras del Cantábrico lleva varios años tratando de iniciar la operación en la mina de oro, situada en la parroquia de Salave. En este sentido, presentó en julio de 2021 el estudio de impacto ambiental y está a la espera de su aprobación para completar los demás trámites necesarios. La intención de la compañía ha sido en todo momento desarrollar el proyecto.

Las minas de oro se explotaron durante la Antigua Roma, cuando se extrajeron entre cinco y siete toneladas. Desde esa época, no se han vuelto a tocar y han quedado como un reclamo turístico, al que muchos visitantes se acercan.

Tapia de Casariego, con poco más de 4.000 habitantes, tiene también otros atractivos que visitar, comoplayas urbanas y bonitos paisajes. El concejo está compuesto por cuatro parroquias: Tapia,Campos y Salave,La RodaySerantes.