Elecciones generales
Rajoy aspira a blindar su liderazgo
Las buenas perspectivas electorales para Galicia y la crisis del PSOE le permiten reivindicarse como presidente o candidato en caso de terceras elecciones. Génova cree que el PP saldría reforzado si se vuelve a las urnas
Las buenas perspectivas electorales para Galicia y la crisis del PSOE le permiten reivindicarse como presidente o candidato en caso de terceras elecciones. Génova cree que el PP saldría reforzado si se vuelve a las urnas
Mariano Rajoy espera salir reforzado de las elecciones de hoy. La evolución de los sondeos ha animado el optimismo en las filas populares y a día de hoy no barajan la posibilidad de perder la Xunta, pese a que esto exija conseguir una excepcional mayoría absoluta. Lo contrario sería un terremoto interno, que le volvería aún más difícil de gestionar el escenario político. Pero es muy posible que pese a la marejada, ni siquiera esta situación le descabalgaría de la candidatura a la Presidencia del Gobierno. No obstante, no es la previsión con la que trabajan en Moncloa y en la dirección popular, donde se ha instalado el optimismo por las expectativas sobre los resultados propios y también por la crisis en la que se ha metido de cabeza el PSOE, sin esperar ni siquiera a ver si se confirman los malos pronósticos anunciados por las encuestas. La explosión socialista rebaja la presión sobre la dirección popular con respecto a los comicios autonómicos que hoy se resuelven en las urnas.
Rajoy está convencido de que el bloqueo político puede seguir beneficiándole en las urnas. Se lo dice su equipo y es también la tesis de Pedro Arriola, quien sigue susurrando en la oreja del líder popular. Rajoy se inclina también por la tesis de que de tener que ir a unas nuevas elecciones, su partido crecería de nuevo en votos y en escaños. En la cúpula popular no entran ni a valorar la hipótesis de que el PP pudiese mejorar aún más sus resultados con otro candidato, ni tampoco dan pábulo a la posibilidad de que un paso atrás de Rajoy descolocase de tal manera a sus adversarios que forzase el desbloqueo inmediato de la situación.
Pero para seguir resistiendo con un colchón amplio de seguridad el líder popular necesita aguantar en el País Vasco y mantener la Xunta, su ventaja con respecto a su adversario socialista es que pese a todo, pese a la erosión que el bloqueo está provocando en todos los partidos, y pese a la factura que le han pasado los casos de corrupción que han tocado al PP, él no tiene la presión de una revuelta interna si las cosas no salen como estaba previsto. Y si el guión se cumple, sí reforzará su decisión de resistir en su empeño de formar gobierno y, sobre todo, debilitará todavía más la alternativa a la que se ha aferrado en la recta final de la campaña vasca y gallega Pedro Sánchez para ganar tiempo ante los que dentro de su partido quieren «ejecutarle». Rajoy cuenta con que se juega mucho menos que el líder del PSOE. Los suyos sostienen que si hoy sale bien el examen, «estaremos más cerca de La Moncloa, aunque hagan falta otras elecciones, y si no sale tan bien como se espera, estaremos donde estamos, dispuestos a seguir resistiendo». Con su pacto con Ciudadanos, el PP está a sólo seis escaños de la mayoría absoluta y para superar esa distancia están dispuestos a reactivar las conversaciones con los socialistas, abiertos a la fórmula que ellos consideren más oportuna, para llegar a un pacto.
Génova ha convocado a su Comité Ejecutivo para el lunes por la tarde, una cita que esperan que sirva como caja de resonancia de un mensaje de cierre de filas con Mariano Rajoy para seguir presionando a los socialistas.
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