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Rajoy desvela el secreto a voces: Cañete

Arias Cañete se convirtió en el protagonista de la mañana en el Congreso
Arias Cañete se convirtió en el protagonista de la mañana en el Congresolarazon

Ayer se confirmó lo que desde hace meses parecía ya un secreto a voces, la designación del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, como candidato del PP para las elecciones europeas. Rajoy apuesta sobre seguro y juega dos partidas al mismo tiempo, la de las elecciones europeas y la del reparto de poder en la nueva Comisión Europea. Arias Cañete es un candidato bastante completo. «Indiscutido internamente, con experiencia, buena imagen pública, polivalente como futuro comisario europeo», resaltaba ayer de su currículum un curtido diputado popular. Sin que el PP hubiera designado a su «cabeza de lista», las encuestas apuntaban a casi un empate con el PSOE, con ligera ventaja, en la mayoría, hacia el PP. Rajoy confía en que el efecto revulsivo de la designación del «número uno» y su «excelente imagen» sirvan para dar un impulso hacia arriba a las opciones de su formación política.

El todavía ministro, el mejor valorado hasta ahora del Gabinete, se ha manejado con soltura en las áreas de la política europea que afectan más directamente a los españoles (pesca, agricultura, ganadería, turismo...). Y su trabajo ha sido bien calificado. Es más gestor que político, y no tiene un perfil que genere rechazo o movilice a la izquierda. Rajoy también cuenta a su favor con que sigan acumulándose señales que confirmen la recuperación económica en la calle, no ya a nivel macroeconómico. Una de ellas, quizás la más significativa, es que de aquí al día de la votación se conocerán todavía los datos de paro de abril y mayo, que el Gobierno está convencido de que serán «bastante positivos».

El elegido es un hombre que forma parte de ese «núcleo», reducido, de máxima confianza de Rajoy, donde han sostenido durante todo este largo tiempo de espera que el favorito era él, y que si el calendario se alargaba era por «táctica electoral» del presidente, el «arriolismo» que aconseja que la campaña sea corta y se movilice lo menos posible al adversario. Y porque Arias Cañete miraba con buenos ojos asumir esa responsabilidad, siempre mirando hacia la futura Comisión Europea, pero le apetecía lo justo la campaña. Con los resultados de las elecciones europeas, los jefes de Estado o de Gobierno de los miembros propondrán a un candidato a presidente. Y este presidente electo y los gobiernos nacionales de la UE acordarán una lista de candidatos para el resto de carteras de la Comisión, uno de cada país. En un plazo breve, por tanto, la previsión es que el actual ministro vuele más alto y que como portavoz en el Parlamento Europeo se quede el número dos de la lista. Como en las últimas «quinielas» sobre la candidatura europea del PP subió enteros el nombre del vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González Pons, ayer algunos seguían mirando en esa dirección.

Rajoy hará tándem electoral con su candidato con un reparto de papeles en el que él se quedará con el discurso más combativo en el «cuerpo a cuerpo» con el PSOE y Arias Cañete profundizará más en los temas europeos que tan bien conoce. El ministro tendrá que hacer un despliegue muy territorial, con apoyo del Gobierno y de todo el partido. Los estrategas populares creen que el PSOE está barajando reorientar el enfoque de su campaña para incidir más en lo económico y desmarcarse con contundencia de IU en lo autonómico. Justicia social y España. Frente a esto, la estrategia del PP es apostarlo todo a la mejora de la situación económica