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Congreso

La reforma del Reglamento del Congreso que controla el acceso de los periodistas supera la primera votación

En total, la reforma ha recibido el apoyo de 176 diputados y el rechazo de 170

Patxi Lopez en el Congreso de los Diputados David JarPHOTOGRAPHERS

La reforma del Reglamento del Congreso para restringir el acceso a los periodistas que "boicotean ruedas de prensa" y "acosan" ha dado el primer paso en su tramitación este martes en el Congreso. En concreto, la mayoría de la investidura ha dado apoyo a la reforma, mientras que PP y Vox se han opuesto. Con esta reforma, se da a la Mesa del Congreso mucho poder para determinar qué periodistas pueden acceder y cuáles no a las instalaciones parlamentarias, por lo que eso ha generado mucho revuelo a pesar de que el texto va dirigido sobre todo a determinadas personas y medios. En total, la reforma ha recibido el apoyo de 176 diputados y el rechazo de 170.

"Entre los criterios para la renovación de credenciales se tendrá en cuenta, en todo caso, la existencia de anteriores vulneraciones de lo dispuesto en este artículo, así como de las directrices y acuerdos de la Mesa", recoge el nuevo texto reglamento, lo que abre la puerta a más restricciones por la falta de definición y en un contexto de cruzada de Pedro Sánchez contra determinados medios de comunicación que han publicado informaciones incómodas para sus intereses por los problemas con la corrupción.

El nuevo texto que pretenden aprobar los grupos parlamentarios afines al Gobierno clasifica las infracciones en leves, graves y muy graves y, en función de ello, se aplican unos determinados castigos. Así, las infracciones leves se sancionarán con un apercibimiento y, en su caso, una suspensión de la credencial de hasta diez días hábiles; las infracciones graves se sancionarán con una suspensión de la credencial de entre diez días y tres meses; y, las infracciones muy graves se sancionarán con una suspensión de la credencial de entre tres meses y cinco años o, en su caso, con la revocación definitiva de la credencial.

Las diferencias se han vivido en el debate parlamentario, que ha sido tenso. Así, el PSOE, por voz de Patxi López, ha acusado a PP y Vox de "proteger y financiar" a los "pseudoperiodistas" que, según han denunciado, hacen "activismo" en el Congreso. Tras poner algunos ejemplos de los "señalamientos, amenazas, acosos y violencia verbal" a los que recurren estos "agitadores ultras aprendices de fascistas", López se ha dirigido especialmente al PP, al que ha acusado de "proteger y financiar" a estos "pseudoperiodistas" concediéndoles "grandes subvenciones" allí donde gobiernan. "La inmensa mayoría existen y hacen negocio gracias a ustedes", les ha espetado, instándoles a darse cuenta de la gravedad de esta situación antes de que también vayan a por ellos. "Cuando vayan a por ustedes ya estarán solos y no quedará nadie para defenderles", ha lanzado, reconociendo, en todo caso, que esta reforma debería haberse impulsado antes.

El diputado de Podemos Javier Sánchez Serna ha mostrado su apoyo a esta reforma contra los "matones y acosadores fascistas", aunque se ha quejado de que llega tarde y de que sólo "roza el problema de fondo" que es, a su juicio, "la desinformación y la concentración oligopólica de los medios de comunicación". También Mertxe Aizpurua, de Bildu, ha insistido en esta idea definiendo a los "agitadores ultraderechistas" como "voceros del PP y Vox" que "acosan, atacan y señalan a diputados, periodistas y responsables de comunicación de los grupos parlamentarios". "Ustedes tienen responsabilidad porque ya nadie duda de que siguen sus directrices", ha remachado, antes de pedir que se deje de "regalar espacios a los que solos los usan para generar odio". El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha preguntado cuántos videos de esos "periodistas incómodos" --como los definen PP y Vox-- se han visto "persiguiendo" al presidente valenciano, Carlos Mazón, después de la dana, o al murciano Fernando López Miras tras el incendio mortal en una discoteca en su región. "Periodista incómodo es (Carlos) Alsina, esto son sicarios, mercenarios a su servicio", ha apostillado.

La diputada del PP Macarena Montesinos ha asegurado que su grupo "no justifica ningún insulto ni comportamiento inadecuado en el Congreso", pero considera que no hay que cambiar el Reglamento para atajarlos, sino que basta con que la Presidencia de la Cámara haga uso de su responsabilidad para actuar en cada caso concreto o dictar las resoluciones que crea oportunas. Así, ha rechazado que la Mesa del Congreso "se convierta en un tribunal inquisidor que expida carnés de buenos y de malos periodistas" lo que sentaría un precedente "muy peligroso". "¿Desde cuándo la libertad de prensa necesita una credencial moral expedida por los políticos? ¿Quién va a decidir quién es un buen periodista y quién es un activista?", ha preguntado antes de señalar a Aizpurua, "condenada por enaltecimiento del terrorismo", acusándola de haber "señalado de forma terrorífica a periodistas a los que ponía en la diana" desde el diario 'Egin'.

Por su parte, Alberto Rodríguez Almeida, de Vox, ha hablado de "censura previa" y ha acusado al PSOE y sus socios de "pretender restringir el derecho fundamental a la información" por buscar que el Congreso se "extralimite" y pretenda "dar y quitar carnés de periodistas". "Vox no va a participar de este aquelarre de enemigos de España para intentar callar a quienes denuncian su vergüenzas y sus miserias".