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Sánchez: seis meses para aprobar su primera ley

La dificultad del Gobierno para atar apoyos parlamentarios deja la actividad legislativa en mínimos. El Congreso lleva prácticamente un mes «cerrado»

Antonio García Ferreras ha entrevistado a Pedro Sánchez este viernes en Al Rojo Vivo.
Antonio García Ferreras ha entrevistado a Pedro Sánchez este viernes en Al Rojo Vivo.La Sexta

El Gobierno va a tener que hacer muchos esfuerzos para que la XV legislatura no muera antes de tiempo: sin capacidad para aprobar los Presupuestos de 2024 y con muchos problemas para atar los apoyos para que las leyes prosperen, Pedro Sánchez asegura públicamente que va a aguantar tres años hasta agotar el mandato, pero hay muchas señales que empiezan a indicar que eso parece inviable. La principal de todas es el escenario diabólico que ha quedado tras las elecciones catalanas, con un Carles Puigdemont envalentonado y exigiendo la investidura como president de la Generalitat hasta el punto de amenazar la gobernabilidad en España. Sin Junts, el Ejecutivo central no puede sobrevivir, ya que es esencial para toda la legislatura.

Como consecuencia de esos problemas para atar apoyos, la actividad legislativa en el Congreso ha sido de mínimos hasta ahora: prueba de ello es que la Cámara Baja lleva un mes sin celebrar un Pleno y que la primera ley ha tardado seis meses en llegar. En concreto, el próximo jueves verá la luz la norma que regula las enseñanzas artísticas superiores, del Ministerio de Educación que comanda Pilar Alegría y, paradójicamente por el clima de tensión política que reina actualmente, lo hará con un gran consenso, porque el PP no se ha opuesto. Ya en el siguiente Pleno, para el 30 de mayo, está previsto que reciba el último «sí» la polémica ley de amnistía, que se convertirá en la segunda norma de toda la legislatura. Tras estas dos leyes habrá un nuevo parón de la actividad en el Congreso por las elecciones europeas y, después, el periodo de sesiones culminará con tres sesiones plenarias en el mes de junio, aunque no parece que haya ninguna ley del Gobierno con avances.

Y eso que el Ejecutivo ha registrado 20 proyectos de ley en el Congreso (uno de ellos es el que se aprobará el próximo jueves). De esos 20 proyectos legislativos, hay uno que ya está al borde de la aprobación final, mientras que del resto tan solo hay cuatro que se encuentran en fase de Ponencia, aunque tampoco parece que haya habido avances. La fase de Ponencia es el primer paso que da toda ley (va antes de Comisión y de pasar al Senado), por lo que están en un estado de tramitación muy incipiente. Los otros 15 proyectos legislativos se encuentran «durmiendo» entre ampliación de enmiendas (el mecanismo que tiene la Mesa del Congreso para modular los tiempos y dejar en el cajón una iniciativa) y, por ahora, parecen lejos de obtener avances.

En todo caso, de esos cuatro proyectos legislativos que se encuentran en fase de Ponencia, hay dos que albergan polémica: el decreto «ómnibus», que se aprobó in extremis en un Pleno en enero y que ahora se va a tramitar como ley para incorporar enmiendas, y la ley de paridad. El decreto «ómnibus» incluye un artículo que puede comprometer la aplicación de la amnistía, ya que hace referencia a las cuestiones prejudiciales ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y la suspensión que ello conlleva de los efectos de una ley (en este caso, de la amnistía). Además, la ley de paridad ya aborda de por sí una materia que puede generar polémica como la igualdad (cada partido la interpreta de una manera) e incluye enmiendas para poner coto a la capacidad de veto que tiene el Senado para tumbar los objetivos de estabilidad presupuestaria y bloquear la elaboración de los Presupuestos del Gobierno.

El Ejecutivo tiene dificultades para poder sacar adelante sus proyectos de ley por la debilidad parlamentaria, pero usa toda su fuerza en la Mesa del Congreso para bloquear las proposiciones legislativas del PP. En este sentido, las nueve leyes que ha impulsado el PP en el Senado siguen paralizadas pese a que hay algunas que podrían ser aprobadas gracias a los apoyos de Junts o PNV (como ley «antiokupas») y no parece que el PSOE tenga intención de abrir la mano pese a las protestas de los populares. El bloqueo a las iniciativas que provienen del Senado parece que va a perdurar y se va a convertir en una constante a tenor de la actitud que está mostrando el Gobierno hacia la Cámara Alta, con mayoría absoluta del PP, ya que el propio Sánchez ha acudido una vez en un año a responder a las preguntas de la oposición.

El Pleno del Congreso de la semana que viene llega cargado de tensión política porque comparecerá Sánchez el miércoles y, en principio, dará explicaciones de los asuntos que afectan a su pareja, Begoña Gómez, aunque también aprovechará, probablemente, para hacer algún tipo de anuncio a las puertas de las elecciones europeas.