Elecciones autonómicas
Sánchez y Díaz miden fuerzas en su único mitin juntos
El líder del PSOE ha participado ya en actos de campaña en Andalucía pero sin la presidenta en funciones
No apto para supersticiosos. Trece días de campaña tendrán que pasar para el esperado encuentro entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. A sólo 48 horas de la celebración del mitin, a pesar de tenerlo cerrado desde el sábado, fuentes de la Junta de Andalucía confirmaban finalmente la presencia de la presidenta en funciones en el acto del secretario general en Sevilla. Estas mismas fuentes desvelaban también la localización del mismo: Alcalá de Guadaíra, por ser este lugar «un emblema» de gobierno municipal socialista en Andalucía. El hermetismo en torno a la coincidencia de ambos líderes ha sido total, desde que fuentes de la dirección reconocieran que al menos habría un acto conjunto. La semana pasada Sánchez inició su periplo por el principal feudo socialista, ante la expectación que suponía verles juntos sobre el escenario, sin embargo, el líder se fue de vacío.
La competencia entre los liderazgos de ambas figuras es siempre una constante y a esta cita, en concreto, llegan en dos momentos muy diferentes. Susana Díaz ya no es la fulgurante vencedora de los comicios andaluces. El enquistamiento de su investidura ha desgastado a la lideresa ante su incapacidad de formar un gobierno estable. Con el adelanto electoral en Andalucía, Díaz buscaba desarmar a sus oponentes en las urnas, pero no contaba con que éstos presentasen batalla en la posterior asunción de pactos, un escenario en el que las formaciones emergentes se han hecho fuertes. La presidenta en funciones esperaba, además, ser quien marcase y liderase la política de alianzas a nivel nacional, una estrategia extrapolable a los posteriores comicios municipales y autonómicos, pero finalmente serán éstas elecciones las que decidan el futuro político de Andalucía. El bloqueo al que están sometiendo a Díaz en el Parlamento andaluz es, sin embargo, considerado como una ventaja para Ferraz. Fuentes del Comité Federal entienden que la «coalición del no» que impide la investidura de la presidenta en funciones es el mejor argumento para que los socialistas reivindiquen el voto útil de la izquierda, frente a «aquellos que todavía no han decidido qué quieren ser».
Paralelamente a este desgaste de Díaz, Pedro Sánchez llega a Sevilla arropado por la militancia en las plazas en las que recala su campaña de apoyo a candidatos. «El principal valor del PSOE actual es Pedro», comentan a LA RAZÓN fuentes de la Ejecutiva federal. Los socialistas han levantado cabeza con la nueva dirección y sostienen que «se respira esperanza y aire de cambio gracias al nuevo líder». El partido ha recuperado parte de la credibilidad perdida a base de debacles electorales y casos de corrupción. Por tanto, mientras Pedro Sánchez llega reforzado por la militancia y por su campaña en positivo, Susana Díaz lo afronta debilitada por las hasta tres negativas que ha recibido a su gobierno.
A cinco días de los comicios, la formación socialista busca echar el resto. La alineación de sus dos principales figuras obedece a la necesidad de movilizar al alto porcentaje de españoles que decide el sentido de su voto la última semana. Ante el importante hándicap del voto oculto, los socialistas centrarán sus esfuerzos en llegar al colectivo joven y de izquierdas redoblando el número de actos y su presencia a pie de calle. «La gente necesita piel, necesita tocarte», comenta un miembro del Comité Electoral socialista.
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