Terrorismo
Siete años del cambio de estrategia de ETA que vendió como disolución voluntaria
La efeméridc coincide con la de tres asesinatos cometidos por la banda un 3 de mayo y el de un miembro de la banda muerto por los GAL
Se cumplen hoy siete años de lo que ETA vendió como disolución voluntaria cuando si hubieran dicho la verdad, imposible en boca de los terroristas, era un cambio de estrategia obligado por la inoperatividad en la que las Fuerzas de Seguridad, la Guardia Civil en los últimos años, habían colocado. Cualquier individuo que aceptaba hacerse cargo del grupo era detenido a las pocas semanas y, en cualquier caso, carecián de "células operativas" con las que seguir matando.
Aceptar lo que era una derrota era muy duro para los pistoleros y se inventaron, los de su "brazo político" lo de la negociación, con los paripés de conferencias internacionales, entrega de armas, que los políticos de turno se apresuraron a comprarles por aquello de apuntarse el tanto. Visto los resultados a día de hoy, tendrán que admitir que si alguien salió beneficiado fueron los terroristas y todo su entramado político. Ni siquiera han tenido el gesto de aclarar la autoría de más de 300 asesinatos como muestra de arrepentimiento. Esta gente sólo admite beneficios (para sus presos, por ejemplo) a cambio de investir presidentes del Gobierno.
Pero recordar la efeméride sin olvidarse de otras, verdaderamente dolorosas, que también ocurrieron un 3 de mayo.
-- En 1976, ETA asesinó al cabo primero de la Guardia Civil Antonio de Frutos, como consecuencia de las heridas producidas por la explosión de un artefacto al paso del vehículo en el que viajaba por las afueras de la localidad guipuzcoana de Legazpia.Él y otros dos guardias habían acudido al lugar al recibir un aviso sobre la colocación de una ikurriña con un paquete que podría ser una bomba en una presa cercana.
-- La segunda víctima mortal de ETA un 3 de mayo, el de 1997, fue otro guardia civil, José Manuel García, que recibió un tiro en la nuca en un bar de la localidad vizcaína de Ciérbana, donde se encontraba con su esposa.
-- El tercer asesinato de ETA un 3 de mayo, en 1984, fue el del mecánico Angel Rodríguez, cuyo cuerpo fue localizado en una pista próxima a la localidad guipuzcoana de Oiartzun. La banda terrorista acusó a la víctima días después de estar relacionada con los GAL. Precisamente, ese mismo día el grupo anti ETA dio muerte al miembro de la banda Rafael Gocoechea al ser tiroteado cuando viajaba en un coche cerca de Saint Martin D'Arrossa, en el País Vasco francés.
Todo ocurrió en un 3 de mayo y conviene no olvidar lo que pasó, aunque sólo sea por la dignidad y justicia que se merecen las víctimas de la banda terrorista.