Estrategia
Sumar confía en “integrar” a Podemos y apagar los conatos de rebelión
En el equipo de Díaz creen que los morados deben “pasar su duelo” y confían en la reconstrucción de puentes a partir de otoño
La izquierda a la izquierda del PSOE se enfrenta a su propio futuro de inmediato. Después de una batalla encarnada para conformar la última de muchas coaliciones para concurrir bajo las mismas siglas a unas elecciones, ha dejado a todos los partidos debilitados y enfrentados entre sí. De cara al futuro, esta izquierda tiene la tarea de reconstruirse para sobrevivir al ciclo político que comenzará a la vuelta del verano.
En Sumar tienen claro que, a día de hoy, son la fuerza hegemónica en esta izquierda y se ven con autoridad política para hacerlo después de haber logrado “el acuerdo más amplio en democracia”, según explican en el partido de Díaz para evitar las divisiones en este espacio político. Les preocupa la posición que adoptará en el futuro Podemos, pero creen que se podrán construir puentes entre Podemos y Sumar, en el corto plazo. Para ese rumbo, en Sumar hablan de una futura “integración” de “buena parte de Podemos” en Sumar de cara al futuro. Lo que no significaría la desaparición de Podemos, advierten, sino que éstos tengan una actitud más “proactiva” para “trabajar por la unidad real en la izquierda.
Una vez se clarifique el escenario político, si Pedro Sánchez es investido o se perpetua el bloqueo y lleva a una repetición electoral, Sumar y Podemos ya admiten la necesidad de repensar el espacio político. Los primeros ya han marcado la pauta y trabajarán para constituirse como partido después del descanso estival, mientras que en Podemos ya hay voces que apuestan por una “conversación con las bases” para redirigir la estrategia política del partido, como ya publicó LA RAZÓN. El propio Juan Carlos Monedero ya expresó su petición de la celebración de una asamblea ciudadana a la que la dirección morada “no debe tener miedo” en la que pedía debatir el “rumbo del partido”, así como analizar el pasado, presente y futuro de la formación.
Tras las elecciones generales, en Podemos se rebelaron contra el resultado obtenido bajo las siglas de Sumar, donde el espacio político se dejó más de 700.000 votos y siete escaños respecto a 2019 (contando con Más País-Equo y Compromís). En el partido se reniega de la estrategia que cree que eligió la vicepresidenta en funciones, Yolanda Díaz de “invisibilizar a Podemos” y “renunciar al feminismo” -en relación al veto a que Irene Montero concurriera en las listas de Sumar-. Y, ahora, se rebelan contra el mantra de la “unidad de la izquierda”, que, según ellos, consistió en intentar “matar a Podemos”. Los morados, que asumieron en campaña su “rol secundario” en esta ocasión, se prometían una nueva batalla tras las elecciones generales, aunque los resultados morados –solo cinco de los 31 escaños de Sumar están en su poder- imposibilita que la dirección morada pueda dirigir una nueva batalla por el poder en la izquierda. Aun así, en el partido se erigen como “ el alma más partisana” de la izquierda, y los únicos posibles de lograr los avances, en contraposición con una izquierda que prefiere “no hacer ruido” para no recibir “la venganza de los cañones mediáticos”, en palabras del dirigente de Podemos, Pablo Echenique.
En Sumar creen que ya han desactivado esta posibilidad por los resultados de las urnas, aun así, creen que los morados tienen que tener un tiempo para que “asuman su duelo”, según fuentes del partido, y de cara al nuevo curso político confían en la “refundación” de Podemos. Creen que la dirección transitará a una posición “más negociadora y amable”, una vez que hayan analizado la nueva situación del espacio político.
En el partido de Díaz apuestan porque el futuro morado pase por una especie de “renacimiento” en el que “nuevas caras” asuman el liderazgo de Podemos. De hecho, en el propio partido morado siempre han hablado de que la secretaria general actual, Ione Belarra, ejerce un tiempo de “transición” entre una época -la salida de Pablo Iglesias de la política- y la adaptación al nuevo ciclo. En Sumar creen que el partido cuenta con dirigentes que se encuentran “a favor de remar por la unidad de la izquierda” y, aunque no desvelan sus quinielas para emprender ese camino, ya tienen algunos nombres en mente como relevo del actual Podemos, “más alejados de la actual dirección dirigida desde Galapagar”, ironizan, en referencia al liderazgo tan presente que sigue ejerciendo Pablo Iglesias y la número dos morada, Irene Montero.
En Sumar se pondrán a trabajar en su propia organización interna después del verano, aunque algunas fuentes creen que ese proceso se retrasará a finales del año por las negociaciones para formar gobierno, o por el futuro incierto por si hay repetición electoral. Fuentes del partido explican que esa integración que pretenden de cargos morados de relevancia se producirá “de forma natural” y a la que Sumar no pondrá obstáculos. “En Sumar puede entrar quien quiera, permitimos la doble militancia”, explican. Ejemplo de ello son los últimos fichajes que Díaz hizo para la campaña electoral. Cargos del partido morado con peso, como la excandidata morada para las elecciones autonómicas, Alejandra Jacinto, o el secretario de economía del partido, Nacho Álvarez, quienes han ejercido de portavoces en materia de vivienda y de economía dentro de Sumar. Perfiles de este tipo son a los que confía Sumar la reconstrucción de las relaciones con Podemos de cara al futuro. Algunos dirigentes morados explican, además, a este diario, que se encuentran trabajando por esa unidad, pero pidiendo “justicia” y “reconocimiento” para el trabajo de Podemos como fuerza “imprescindible” para los “avances transformadores” del país.
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