Restringido
Susana Díaz sopesa el adelanto electoral para frenar a Podemos
Cree que una victoria en Andalucía reforzaría la imagen del partido
El PSOE no pasa por su mejor momento. Dos años con Rubalcaba al frente no han hecho más que alargar la agonía y la llegada de Pedro Sánchez ha sido balsámica –ha frenado la caída en las encuestas–, pero no se atisba una recuperación socialista en las municipales y autonómicas que permita afrontar las generales con garantías. Algunos analistas políticos califican el papel de Pedro Sánchez como de «utilidad cuestionable» porque, si bien tiene «buena imagen», no consigue convertirse en «la alternativa». De hecho, las encuestas marcan todas una tendencia: el PSOE queda centrifugado entre PP y Podemos porque el PP es «el voto para parar a Podemos» y el voto a Podemos «es el voto para echar al PP». Así, el PSOE se queda en una posición irrelevante que se nota en el «ninguneo» al que le somete tanto Pablo Iglesias como Mariano Rajoy.
En el laboratorio de Ferraz, los estrategas socialistas acentúan sus ataques a Podemos pasando a la ofensiva. Sin embargo, esto no parece ser suficiente, al menos en principio. Por eso, Susana Díaz, la presidenta andaluza y secretaria general del PSOE andaluz, está deshojando su margarita electoral y baraja un adelanto electoral. No se trata de dirimir un cambio en el candidato socialista. Se trata de poner al PSOE en una posición de fuerza ganando las elecciones en el territorio que representa el 20% del total de los votantes de toda España. Si el PSOE gana en Andalucía puede recuperar parte del terreno perdido.
El tiempo apremia y la presidenta andaluza debe tomar una decisión. En este contexto, Susana Díaz ha convocado a los secretarios provinciales de Andalucía, mañana, en el Palacio de San Telmo. Una reunión de la que tenía conocimiento Pedro Sánchez. En el PSOE andaluz hay de todo. Los que quieren agotar la legislatura y los que quieren convocar ahora. La propia Susana Díaz marcó su criterio en una entrevista en La Sexta: «El futuro de Andalucía no lo deciden 5.000 militantes, lo eligen 10 millones de andaluces», aseguró en una clara referencia al referéndum que ha convocado en el mes de junio Izquierda Unida para decidir si sigue en el Gobierno o no.
Si el resultado de esta consulta es negativa para el Gobierno de coalición andaluz y el bipartito se rompe, Díaz se situaría en una encrucijada. La presidenta andaluza no tiene intención de pasar por este «trágala» y quiere pasar a la acción. Convocar ahora –coincidiendo con las municipales– tiene sus ventajas. El PP de Juan Manuel Moreno está debilitado, desdibujado y desorientado. IU, con Antonio Maillo al frente, aguanta el tipo frente a Podemos mucho mejor que en otras comunidades, y Podemos no tiene estructura de partido aunque los dos sectores existentes en la organización han hecho las paces pensando también en una convocatoria avanzada. Además, la perla de Podemos en la que se afirma que PP y PSOE son lo mismo, «no cuela en Andalucía». Por si fuera poco, una victoria en Andalucía devolvería al PSOE un papel protagonista ante las generales y sería un acicate contra Podemos. Estos argumentos abundan a favor de un adelanto electoral. Además, esta jugada permitiría a Susana Díaz jugar todas las cartas. La más importante, dar un paso a la política nacional avalada por las urnas –Felipe González le ha vuelto a dar su apoyo en público–. Tendría tras una victoria electoral toda la fuerza moral y política para designar al candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Esto no implica que Díaz dejara Andalucía de forma inmediata para ser candidata. Algunos dicen que ahora, más que nunca, no hay que olvidarse de Carme Chacón. Las dos llevan de la mano desde el Congreso de Sevilla.
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