El desafío independentista
Tijeretazo en el número de invitados y sin ágape ni vino
El acto costó 75.000 euros frente a los 300.000 de las inauguraciones del ex ministro José Blanco
MADRID- La inauguración de la nueva línea de AVE que une Gerona y Figueras, y que abre la puerta a la conexión con Francia, ha estado cargada de simbolismo político y también económico. En momentos de dolorosos ajustes y recortes, que se están sintiendo cada día en los bolsillos del ciudadano, los responsables de la organización de este acto han hecho un esfuerzo por vender el mensaje de que se pueden hacer las cosas con austeridad, sin que dejen de ser dignas. «Queríamos un acto austero y decente», señalan desde ADIF. Una comparación con las inauguraciones de la etapa del ministro socialista José Blanco deja al descubierto significativos cambios. Por de pronto, los invitados se han reducido a un tercio, más o menos. Hubo actos similares en el mandato socialista en los que se alcanzó la desorbitante cifra de hasta 500 invitados. ¿Por qué? Pues, entre otros motivos, porque todas las empresas participantes en el proyecto enviaban a una nutrida delegación, y además, también asistía el Consejo de Administración de Renfe y de ADIF al completo. Los recortes han reducido esta generosísima comitiva a unos 180 invitados. En concreto, en el ámbito privado las empresas han recortado su presencia a dos únicos representantes por cada una de ellas, encargados –justifican desde la actual administración– de verificar que todo funcionaba correctamente. A esto hay que añadir el hecho de que todos los invitados han tenido que costearse su desplazamiento hasta Barcelona. Lógico, aunque acaba siendo noticia viendo algunos de los derroches de la etapa de «vacas gordas» en la Administración Pública. La crisis y la necesidad de ejemplaridad han hecho que el eslogan de «con todos los gastos pagados» esté empezando a pasar también a la historia. Y la guinda de lo que ADIF presenta como un ejercicio de austeridad, «digno», ha sido la eliminación de cualquier tipo de celebración para autoridades e invitados. Ni ágape ni brindis ni vino. Estaríamos hablando, según las cifras provisionales que se manejan a falta de cerrar el presupuesto final, en un gasto total de unos 75.000 euros. «Aproximadamente la mitad de lo que costaba cualquier inauguración de la etapa de Blanco, en la que el gasto podía elevarse a más de 300.000 euros», sostienen desde la actual dirección de ADIF. La cifra de 75.000 euros incluye el vídeo que se emitió durante el acto institucional. Los datos oficiales señalan que las inauguraciones del AVE en Valencia y en Albacete –en la etapa socialista– costaron, cada una de ellas, 300.000 euros, cuatro veces más que el que ayer se celebró, presidido por Su Altera Real el Príncipe de Asturias. «Cada uno se ha pagado su participación en el acto y se ha hecho un esfuerzo extraordinario para ahorrar costes en todos los sentidos. No estamos hablando de cantidades desmesuradas, pero cualquier ahorro es importante porque sumando muchos pequeños ajustes es cómo se sanean los Presupuestos», destacan. Ésa es, además, la instrucción que el Ministerio de Fomento ha dado a todos los órganos dependientes de él, después de que este Departamento haya sido uno de los más afectados por los ajustes presupuestarios que han impuesto los recortes del gasto público aprobados por el Gobierno de Rajoy para cumplir con el objetivo de déficit marcado por las autoridades comunitarias.
✕
Accede a tu cuenta para comentar