Un dolor que perdura

Ayer, 11 de diciembre, la AVT y muchísimos ciudadanos de Zaragoza y toda España volvimos a demostrar que tenemos Memoria. Y reivindicamos esa Memoria. Vivimos un homenaje emotivo y sincero recordando a las once personas asesinadas en el atentado contra la Casa Cuartel y a los 88 heridos. También se homenajeó a las víctimas de los atentados de Puente de Vallecas y Plasencia de las Armas que también fueron un 11 de diciembre.

Víctimas, ciudadanos y autoridades juntas, en la Plaza de la Esperanza de Zaragoza, demostrando que nadie muere hasta que no se le olvida.

Este aniversario era especial. Se cumplían 25 años de la masacre y desde la AVT se ha invitado a todas las víctimas, heridos y familiares del atentado de la casa cuartel. Fue emocionante vivir reencuentros de personas que estuvieron juntas y sufrieron aquel fatídico día. Hombres que eran niños cuando sintieron el zarpazo del terrorismo y que 25 años después han vuelto a encontrarse. Incluso ciudadanos anónimos que ayudaron en las labores de rescate.

Por primera vez, un ministro del Interior ha asistido a este homenaje que tantos años lleva organizando la AVT. En los discursos se dijeron palabras que las víctimas necesitábamos escuchar. Ahora queremos que se cumplan a rajatabla.

Pero sin duda, me quedo con la sensación de que las heridas siguen muy abiertas. Hubo lágrimas de emoción por el recuerdo. Pero también lágrimas de dolor y rabia porque todavía no se ha hecho Justicia con este atentado como con tantos otros. Porque sin Justicia jamás puede haber Memoria. Sin Justicia se falta a la Verdad. Y sin Justicia se ataca nuestra Dignidad.