Política

Montevideo

Una semana antes de entrar en prisión manejaba sus cuentas

La Razón
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En su declaración judicial del pasado 27 junio, que terminó con su ingreso en prisión, Luis Bárcenas ya reconoció al juez Pablo Ruz que siguió manejando sus cuentas suizas incluso después de que el magistrado ordenara su bloqueo. Éste es uno de los argumentos esgrimidos ahora por la Fiscalía Anticorrupción para oponerse al recurso de apelación interpuesto por la defensa del ex tesorero del PP contra la decisión de Ruz de acordar su ingreso en prisión. En realidad, el Ministerio Público reproduce los argumentos que ya expuso el juez en su auto de prisión, en el que aseguraba que Bárcenas dispone de patrimonio en el extranjero (donde llegó a acumular hasta 48,2 millones de euros) «de difícil control» y complicada intervención judicial. De hecho, el propio ex senador reconoció a Ruz que estuvo disponiendo de sus cuentas en el Lombard Odier suizo

(todavía no bloqueadas) hasta una semana antes de su ingreso en la cárcel de Soto del Real (Madrid). El ex tesorero, dice en su escrito Anticorrupción, «manifestó haber dado alguna instrucción en relación con esa cuenta la semana anterior a su declaración de 27 de junio», informa Ep.

La Fiscalía detalla de forma pormenorizada los movimientos de diversas cuentas vinculadas al ex tesorero del PP en los últimos meses. Entre otros datos, destaca que el pasado enero solicitó a Estados Unidos mediante una comisión rogatoria datos sobre las cuentas de las sociedades destinatarias de los fondos Brixco SA y Lindmel International SA, y que las autoridades estadounidenses respondieron el pasado 22 de marzo señalando que la primera había recibido cuatro millones de dólares de la fundación Sinequanon (vinculada a Bárcenas) entre marzo y mayo de 2009. Y eso que, añadían, su saldo «había disminuido en 100.000 dólares esa semana», por lo que se reclamó el bloqueo urgente de esa cuenta.

EE UU también comunicó la existencia de otra cuenta en el HSBC de Nueva York a nombre de la sociedad Rumagol SA, en la que figuraría como titular el supuesto testaferro de Bárcenas, Iván Yánez, reclamándose su bloqueo el pasado 25 de marzo. Pero la petición llegó tarde porque la cuenta había sido clausurada un mes antes. Suiza también informó recientemente de las frecuentes transferencias efectuadas desde cuentas vinculadas a Bárcenas a otras en Montevideo y Nueva York.

El juez Ruz justificó también la decisión de enviar a prisión al ex senador en su temor a que Bárcenas pudiese, directamente o a través de terceros, alterar o hacer desaparecer pruebas y tratar de «influir sobre otros imputados, testigos o peritos», una posibilidad que consideraba real «y no meramente hipotética».

En esa misma línea,

la Fiscalía Anticorrupción mantiene ahora para oponerse a su salida de la cárcel que pueda influir en la testigo Isabel Mackinlay, la restauradora que admitió a Ruz por videoconferencia que recibió 1.500 dólares por figurar como intermediaria en la venta de varios cuadros con la que Rosalía Iglesias, mujer de Bárcenas, justificó unos ingresos de casi 560.000 euros. Para la Fiscalía, estando todavía pendiente la práctica de diversas diligencias relacionadas con esta testigo –como la solicitud de documentación en su poder y las efectuadas para acreditar esa operación en una notaría argentina– «resulta necesario evitar la influencia que el señor Bárcenas pudiera desplegar sobre aquélla».