
Pactos electorales
El voto femenino: por qué el PP promete no gobernar con Vox
El líder del PP maneja encuestas en las que se refleja un claro trasvase de votantes procedentes del PSOE, especialmente de mujeres

Si ya de por sí son graves los casos de corrupción que afectan al Gobierno de Pedro Sánchez, el marchamo de la prostitución los hace directamente insoportables para un nicho de electores que, antaño, fue determinante en la amarga victoria que sufrió Alberto Núñez Feijóo en el 23-J: las mujeres.
Uno de los factores que explican el resurgir del Partido Socialista en aquella cita con las urnas fue el miedo a Vox, un avispero que la izquierda agitó con insistencia... y con buenos resultados. Ante la anunciada amenaza de una "regresión en derechos", hubo un público femenino que acudió en masa a votar por el PSOE, hasta el punto de que fue el impulso definitivo que acabó dando la vuelta al tablero político.
Ahora, con la sordidez que desprenden los escándalos que salpican a la Moncloa y a Ferraz, los estudios electorales que llegan al despacho de Feijóo reflejan un movimiento clarísimo: el PSOE pierde fuelle entre las mujeres. Y el PP quiere colarse por esa brecha. De ahí, el compromiso asumido de que no habrá un gobierno de coalición con Vox.
Este domingo, durante la clausura del XXI congreso nacional de la formación, Núñez Feijóo expresó que, llegado el momento, su voluntad era presidir un gobierno monocolor, en solitario, sin compañías. Sí a pactar con Santiago Abascal, no a tenerlo de vicepresidente. Unas palabras que después han quedado inscritas en un contrato con la sociedad española por boca de su mano derecha.
El PP quiere romper la estrategia de Sánchez
Ha sido Miguel Tellado, flamante número dos del partido, el que ha verbalizado que no gobernar con Vox es algo más que un deseo. Se trata de un "compromiso". Firme. Y si el partido verde exige ministerios como contrapartida para apoyar una investidura... vuelta a las urnas. Nunca antes el PP había llegado tan lejos. La clave de todo es el trasvase de votantes procedentes del PSOE que se intensifica desde hace semanas, según constatan los sondeos internos que manejan en Génova.
En el politburó gallego son conscientes de que Pedro Sánchez se aferrará a una única baza para salir del atolladero en el que se encuentra: Vox. Es uno de los factores que explican que, a pesar de todo, no sufra un hundimiento aún mayor. Por eso, la determinación del PP a la hora no sólo de matizar, sino de garantizar que no habrá un gobierno de coalición. Una forma de romper las barreras que impiden a un puñado de electores procedentes del PSOE decidirse de una vez por la papeleta del PP.
Feijóo se ha puesto una meta: cosechar diez millones de votos y cuarenta diputados más de los que tiene a día de hoy en el Congreso. Para alcanzarla, ha situado a su partido en el mismísimo centro político, desde el que tender la red a cada orilla. A los electores del flanco izquierdo, quiere persuadirles con la promesa de que no gobernará con Vox. A los del derecho, con el reclamo del antisanchismo. "Si quieren echar a Sánchez, deben votar al PP", es el mensaje que mandan desde la dirección popular a los votantes de Abascal.
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