VOX, la victoria de ser tercero en seis meses

Euforia en el partido que logra cumplir su expectativa de consolidarse como «alternativa patriótica» y pasa de 24 escaños a 52.

Euforia en la recién estrenada sede de Vox de la calle Bambú. «Libre» de Nino Bravo o el «que viva España» de Manolo Escobar sonaba a todo volumen a las puertas de la sede donde los simpatizantes festejaban los buenos resultados obtenidos. Una marea de banderas de España ocupaba la calle mientras gritaban «Puigdemont a prisión», «Viva España», «España unida jamás será vencida» o «viva el Rey». La euforia se desataba cuando Abascal y Ortega Smith salieron al balcón a saludar mientras hacían el gesto de «ahora bajamos».

Si el 28-A, Vox irrumpió en el Congreso con los 24 diputados de la resistencia, ahora suman fuerza alcanzando los 52 escaños, con lo que ya no podrán ser arrinconados en el Congreso. Vox esprinta así a la tercera posición, por delante de Podemos y de Ciudadanos, un récord para un partido que irrumpió con fuerza en los parlamentos hace once meses y que en seis casi dobla sus resultados. Y es que, al tener más de 50 escaños, Vox podrá presentar recursos de inconstitucionalidad. «Podremos recurrir todas las leyes liberticidas y anticonstitucionales», dijo Abascal.

En Cataluña, la formación de Abascal Vox logra dos diputados, uno más que en los pasados comicios. En Ceuta se queda con el diputado a repartir y en Murcia ganan las elecciones. Además, en Andalucía es la segunda fuerza más votada.

El líder de Vox, Santiago Abascal salió al balcón de la sede, engalonada con una bandera de España, junto a su núcleo duro. Desde allí lanzó un mensaje de gratitud a los más de 3.500.000 de españoles que confiaron en Vox y les prometió que «no les defraudaremos y defenderemos lo mismo que hemos defendido en todas estas campañas electorales». Abascal recordó que hace once meses no tenían representación en ninguna institución y ahora «somos la tercera fuerza política de España, tenemos 52 diputados» y somos «el partido que más sube en votos y escaños». Los simpatizantes le interrumpieron con el «a por ellos, oé». «Habéis sido protagonistas de la mayor gesta política de la historia». De nuevo fue interrumpido: «Presidente, presidente». «Todavía no», respondió él.

Expectativa cumplida: Vox consigue consolidar su proyecto como la «alternativa social y patriótica» de los españoles y el partido quiere ser un «mero instrumento a su servicio», al de los españoles.

El líder de Vox recordó que han logrado abrir «todos los debates prohibidos», y que «tenemos el mismo derecho a defender nuestras ideas sin ser estigmatizados». Repasó todas las provincias donde ha logrado escaño mientras era coreado por los simpatizantes. «Y los que no están tienen 52 voces» con las que «les defenderemos».

Abascal llamó a sus seguidores a no regodearse en la euforia. «Mañana tenemos la responsabilidad de construir un futuro unido» y en medio de la ilusión confesó su preocupación. «Hay preocupación por la gobernabilidad de España y por la victoria del PSOE», por la situación de Cataluña y sobre como se va a resolver. Llamó a instaurar la «concordia frente a los viejos odios», demandó la aplicación del 155 en Cataluña e insistió en la «transformación del antigualitario estado de las Autonomías» y la lucha por la igualdad social. El frío no paró la fiesta rojigualda.

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