Polémica

Yolanda Díaz anuncia un acuerdo con el PSOE para derogar la ley mordaza

El PSOE evita, por ahora, confirmar el acuerdo para le derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, que no cuenta tampoco con el aval de ERC, Bildu o Podemos

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha desvelado este martes que PSOE y Sumar han logrado un acuerdo para derogar la Ley de Seguridad Ciudadana, llamada por sus detractores "ley mordaza". Avanza que también se aprobará una norma para que aquellos medios que vulneren los códigos deontológicos sean privados de subvenciones y financiación pública

"Ya les anuncio que acabamos en estas horas de cerrar un acuerdo entre Sumar y el PSOE, en el que la petición de Sumar para la derogación de la ley mordaza se consuma", ha precisado Díaz a su llegada a la reunión de ministros de Empleo de la Unión Europea que se celebra hoy en Bruselas. "La ley mordaza va a ser derogada. Acabamos de cerrarlo con el Partido Socialista", ha insistido. Según ha explicado, la derogación de la ley mordaza afecta a "todos los delitos vinculados a las injurias, a las libertades públicas, las injurias al Rey y demás". Unos delitos que cita Díaz que, sin embargo, no están regulados en la Ley de Seguridad Ciudadana, sino en el Código Penal.

Un acuerdo que anuncia la vicepresidenta después de que fuera Sumar quien impulsara reactivar las negociaciones para derogar la norma tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de promover un plan de regeneración democrática tras sus cinco días de reflexión a causa de las investigaciones sobre su esposa, Begoña Gómez. Si bien, este acuerdo que Sumar da por cerrado, llega después de semanas en las que los socialistas congelaran esta posibilidad e incluso la alejaran. Ayer, ni PSOE ni Sumar querían dar detalles sobre este asunto, aunque el socio minoritario sí aseguraba que se estaban produciendo "avances" en las negociaciones con la parte mayoritaria del Ejecutivo. La negociación ha sido pilotada, directamente, por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños -por parte del PSOE- y por el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, y el portavoz de Justicia de IU dentro de Sumar, Enrique Santiago.

La derogación de la ley mordaza, a la que ahora se comprometería el PSOE ha sido un elemento histórico de tensión entre el Gobierno y los socios de investidura, ante la negativa del PSOE a firmar las exigencias de ERC y Bildu en la pasada legislatura. Precisamente ahora, para que la reforma prospere, la coalición tendrá que sortear el veto de los independentistas de nuevo, que ya se opusieron en 2023 a avanzar en la eliminación de algunos de los aspectos de esta norma ante la exigencia de los socios de incluir en la derogación la la prohibición inmediata de las pelotas de goma como material antidisturbios, la prohibición de las devoluciones en caliente de personas que traten de acceder de forma irregular a España a través de las fronteras de Ceuta y Melilla, y fuertes restricciones a la capacidad de las fuerzas de seguridad del Estado de sancionar las faltas de respeto contra sus actuaciones. Elementos a los que los socialistas se negaron. Además, en esta ocasión, también deberán sumar los votos de Junts -imprescindibles en la aritmética gubernamental después del 23J-. Los de Carles Puigdemont también se opusieron hace un año a que se avanzase en la derogación.

Ahora, la vicepresidenta segunda asegura que la derogación será completa, aunque sin ahondar en los detalles del acuerdo al que ha llegado con el PSOE. Hay que señalar que Sumar lleva semanas presionando al PSOE para negociar la derogación de la ley mordaza, y ayer mismo insistió en que en la comisión de negociación se estaba tratando, aunque evitó dar detalles. El PSOE, sin embargo, ha enfriado estás semanas el acuerdo con el socio y, de momento, no ha confirmado el acuerdo anunciado por Díaz.

Para Sumar era vital llegar al pleno del Congreso de los Diputados de este miércoles en el que el presidente del Gobierno anunciará el primer paquete de medidas de regeneración democrática, con un acuerdo bajo el brazo, al ser una de las primeras exigencias de los de Yolanda Díaz para cerrar el bloque de medidas.

En el PSOE no confirman, por el momento, nada del contenido del acuerdo anunciado por la vicepresidenta Yolanda Díaz. Los socialistas restan trascendencia a este apartado porque consideran que “está todo derogado” y que el obstáculo que en su día fue la prohibición de las pelotas de goma ni siquiera estaba en la norma de Mariano Rajoy.

El anuncio de Díaz obedece, más bien, a un reparto estratégico de la rentabilidad del paquete de regeneración. Desde la parte socialista permite que Sumar capitalice esta cuestión, importante para su electorado, en la previa de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso, conscientes que mañana la jornada quedará monopolizada por el presidente y el socio minoritario no tendrá apenas espacio para patrimonializar los anuncios que deriven de la intervención.

Tras una OPA hostil para hacerse con el electorado de sus socios en las elecciones europeas para aguantar el tipo ante el PP, el PSOE ha virado en su estrategia de invisibilización y ha vuelto a “cuidar” a Sumar, dándole proyección en el Consejo de Ministros y permitiendo que rentabilice algunas políticas del Ejecutivo. En Moncloa son conscientes de que si sus socios se hunden en la irrelevancia, no habrá opciones de revalidar la coalición tras las siguientes generales.