Cargando...
Client Challenge

Neurología

Cómo estimular el cerebro de tu hijo en casa: 10 consejos de neurólogos para potenciar su desarrollo

La Sociedad Española de Neurología Pediátrica ofrece diez pautas prácticas que las familias pueden aplicar desde los primeros meses de vida para favorecer el correcto desarrollo cerebral de sus hijos

Los científicos aseguran que la lactancia tiene amplias repercusiones en la inteligencia de los niños Freepik

El cerebro de los niños no se desarrolla de manera aislada. Su crecimiento depende de múltiples factores: el entorno, la salud de la madre durante el embarazo y los estímulos que el menor recibe en sus primeros años.

Según la Dra. María Vázquez López, portavoz de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), “el cerebro infantil es una estructura dinámica y moldeable que experimenta un crecimiento vertiginoso durante los primeros años de vida”. Por eso, adoptar hábitos saludables desde el inicio es clave para potenciar su desarrollo cognitivo, emocional y social.

10 consejos para estimular el cerebro de los niños en casa

A continuación, la SENEP ofrece diez pautas prácticas que las familias pueden aplicar desde los primeros meses de vida para favorecer el correcto desarrollo cerebral de sus hijos.

1. Cuida la nutrición desde el embarazo

Durante la gestación, es fundamental mantener una dieta rica en omega-3 y ácido fólico, evitando completamente el alcohol y el tabaco.
En la infancia, una alimentación equilibrada con frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables (como las del pescado azul) favorece el buen funcionamiento de los neurotransmisores. Los ultraprocesados y los azúcares añadidos deben limitarse al máximo.

2. Promueve el juego activo y creativo

El juego no es solo diversión: es una herramienta clave para el desarrollo cerebral. Actividades que estimulen la curiosidad, la imaginación y la resolución de problemas fortalecen las conexiones neuronales.
Hablar con los niños, leerles cuentos, cantarles y ofrecerles experiencias sensoriales enriquecedoras son prácticas que estimulan su mente.

3. Asegura un descanso reparador

Durante el sueño, el cerebro consolida los aprendizajes y se recupera del esfuerzo diario.
Los expertos recomiendan mantener rutinas de sueño regulares, un ambiente tranquilo y evitar pantallas al menos una hora antes de dormir.

4. Crea un entorno seguro y afectivo

Los niños necesitan sentirse seguros y queridos. Un vínculo emocional estable fomenta un desarrollo emocional sano y fortalece la arquitectura cerebral.
El estrés prolongado, en cambio, puede afectar negativamente su desarrollo, por lo que es importante enseñarles a gestionar sus emociones sin caer en la sobreprotección.

5. Controla el uso de pantallas

El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede generar problemas de atención e impulsividad.
Según la SENEP y la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños menores de seis años no deberían tener acceso a pantallas. En edades posteriores, el uso debe ser limitado, supervisado y de contenido educativo.

6. Fomenta la actividad física

El ejercicio regular mejora el flujo sanguíneo cerebral, favorece la creación de nuevas neuronas y potencia la concentración.
Además, ayuda a mantener una buena salud emocional y a reducir el estrés.

7. Estimula la interacción social

Relacionarse con otros niños impulsa habilidades cognitivas, lingüísticas y psicomotoras.
El juego en grupo, la convivencia escolar y las actividades compartidas refuerzan la empatía, la comunicación y el bienestar emocional.

8. Apuesta por la escolarización temprana

La educación reglada ofrece un entorno estructurado que promueve el aprendizaje continuo y el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales.
Asistir al colegio también favorece la disciplina, la autonomía y la convivencia.

9. Protege su cabeza y evita lesiones

El cerebro infantil es muy vulnerable a los golpes.
Usar casco en bicicleta o patinete, sistemas de retención en el coche y fomentar juegos seguros son medidas esenciales.
También es vital concienciar sobre el síndrome del bebé sacudido, una práctica extremadamente peligrosa durante los primeros meses de vida.

10. Detecta a tiempo posibles alteraciones

Estar atento a señales como retraso del lenguaje, falta de interacción social o ausencia de respuesta al nombre puede marcar la diferencia.
La detección temprana de trastornos del neurodesarrollo mejora considerablemente el pronóstico. Ante cualquier duda, se recomienda consultar con el pediatra o un neurólogo infantil.

El desarrollo cerebral de los niños depende en gran medida del entorno y los hábitos familiares.
Con una nutrición adecuada, descanso, afecto, juego, ejercicio y educación, es posible potenciar al máximo sus capacidades cognitivas y emocionales desde casa.