
Turismo
Así es el monumento que te convertirá en un voyeur del Atlántico
Esta escultura única, de 14 metros de largo y con forma de catalejo, permite a los curiosos convertirse en “mirones” de la costa gallega

En la costa de Arteixo (A Coruña), se encuentra un monumento que destaca tanto por su tamaño como por su originalidad: O Vixiador. Este peculiar catalejo gigante, obra del escultor Enrique Saavedra Chicheri, fue instalado en 2006 en el Paseo Marítimo de Sabón, una de las rutas costeras más bonitas de Galicia.
Su propósito inicial fue conmemorar la construcción de este recorrido, que se extiende por más de 5 kilómetros a lo largo de las playas y acantilados de Arteixo, un lugar conocido por su belleza natural.
El Monumento al Voyeur (su nombre oficial) tiene una longitud de 14,5 metros y un peso de 3.500 kilos. Está fabricado en acero corten, un material especialmente resistente a la corrosión, lo que lo hace ideal para soportar las inclemencias del clima oceánico. La estructura tiene la forma de un catalejo gigante, y en su base se encuentra una gran silla de acero galvanizado, invitando a los visitantes a subirse para observar el horizonte y el océano Atlántico a través de la lente de este imponente instrumento.
Saavedra, nacido en Madrid en 1963, es un escultor conocido por sus obras monumentales, muchas de las cuales están inspiradas en la naturaleza y la interacción humana con el entorno. Formado en diversos países, entre ellos Estados Unidos y España, Saavedra ha trabajado en diversos proyectos de gran escala, siendo "O Vixiador" uno de sus más conocidos. El monumento fue encargado por la Demarcación de Costas como parte de un plan de revalorización del litoral gallego, una zona que alberga algunas de las playas más bonitas de la región, como las de Sabón, Barrañán y la propia Repibelo.
El concepto detrás del Monumento al Voyeur tiene un enfoque filosófico y reflexivo. Según ha comentado el propio autor, el nombre y el diseño de la escultura son un guiño al comportamiento humano. Con esta obra, Saavedra también busca reflexionar sobre cómo nuestra atención, en ocasiones, se concentra en un solo punto de la realidad, como el ojo del catalejo, mientras que a menudo pasamos por alto el vasto entorno que nos rodea.
El monumento ha sido un foco de atención desde su instalación, tanto por su gran tamaño como por la interacción que ofrece a los visitantes, quienes pueden subir a la silla de acero para observar el paisaje y, en cierto modo, convertirse en "mirones" del océano. La escultura se ha convertido en uno de los puntos más fotografiados de la zona, y no es raro ver a turistas y locales tomando selfies mientras disfrutan de las vistas.

El Paseo Marítimo de Sabón, donde se encuentra "O Vixiador", es también una de las principales atracciones turísticas de la zona. Además de la escultura, los visitantes pueden disfrutar de un recorrido que les lleva por diversas playas, calas escondidas y acantilados, todo ello enmarcado en un entorno natural de gran belleza. El paseo también es ideal para caminatas, paseos en bicicleta o simplemente para disfrutar del viento y las vistas al mar.
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