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Polémica

El lío de la tasa turística en Galicia

A Coruña la aplica desde este lunes con recurso judicial de los hosteleros y Santiago se prepara para estrenarla mañana en medio de la misma polémica

Turistas recorriendo las calles del entorno de la Marina, en A Coruña. Concello

El debate sobre la tasa turística lleva tiempo instalado en Galicia y amenaza con convertirse en un frente abierto entre ayuntamientos y sector hostelero. A Coruña inició este lunes el cobro del nuevo impuesto a visitantes, mientras que Santiago de Compostela prevé aplicarlo a partir de mañana miércoles. En ambos casos, los empresarios han respondido con recursos judiciales para tratar de frenar su entrada en vigor.

En la ciudad herculina, el presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Agustín Collazos, confirmó que el sector recurrirá la ordenanza municipal al entender que “no sigue la disposición de la norma autonómica”.

Según explicó, el gravamen “está orientado a lugares con tensión turística”, algo que, añadió, no se da en A Coruña, donde la ocupación anual ronda el 60 %. “Hemos encargado un estudio independiente de la universidad que lo demuestra claramente”, señaló. Pese al recurso, los hosteleros avanzan que cumplirán con el pago “hasta que el juez tome una decisión”, aunque pedirán la suspensión cautelar.

El gobierno local coruñés defiende la medida como una herramienta para “compensar los gastos extraordinarios en seguridad, limpieza y medio ambiente” vinculados al incremento de visitantes.

El portavoz municipal, José Manuel Lage, recordó que “la tasa turística no es nada que no se esté aplicando ya en otras ciudades” y anunció flexibilidad en los primeros meses. El tributo oscila entre 1 y 2,5 euros por persona y noche, con excepciones para menores, deportistas federados, asistentes a congresos o quienes se alojen por motivos médicos.

Compostela

En paralelo, en Santiago de Compostela la polémica sigue la misma senda. La Unión Hotelera Compostela presentó un recurso contra la ordenanza, y la portavoz municipal, Míriam Louzao, confirmó que el Ayuntamiento ya ha registrado alegaciones. Confía en que el gravamen pueda entrar en vigor mañana miércoles “con normalidad”, como estaba previsto, y remarcó que “es lo adecuado y lo correcto para la ciudadanía de Compostela y para su beneficio”.

Louzao admitió, no obstante, que será la autoridad judicial quien tenga la última palabra. A su juicio, “es un tema que no debería estar judicializado”, aunque respeta que los empresarios recurriesen la medida.

El resultado es un escenario incierto: dos de las principales ciudades gallegas han decidido estrenar la tasa turística de manera casi simultánea, pero ambas se enfrentan a la oposición frontal del sector hostelero, que ya ha llevado el asunto a los tribunales.