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Patrimonio

Un pazo con historia mexicana: así es hoy Casa Consistorial de Baiona

El edificio es una elegante construcción fortificada, con torre almenada, sólidos muros de piedra y escudos nobiliarios

Un pazo con historia mexicana: así es hoy Casa Consistorial de Baiona Patrimonio Galego

En pleno centro de del municipio pontevedrés de Baiona se encuentra un edificio singular, cargado de historia y nobleza. El pazo de Lorenzo Correa es una construcción del siglo XVIII que hoy acoge la Casa Consistorial del municipio.

El edificio fue mandado construir en 1756 por Lorenzo Correa y Araújo, un hidalgo del Val Miñor que hizo fortuna en México, donde ejerció como alcalde mayor de Cuernavaca y administrador general de la Lid de Gallos.

Placa que conmemora la fecha y creador del pazoVigo en fotos

A su regreso, encargó las obras al maestro cantero Xoán Portela, vecino de A Guarda. La construcción finalizó en 1759 y desde entonces ha sido símbolo de poder y elegancia en la localidad.

De estilo fortificado, el pazo se distingue por sus elementos defensivos: un torreón almenado que se eleva sobre el tejado y dos aspilleras a ambos lados de la puerta principal.

Su planta baja presenta un amplio portal con arco rebajado de crucería, que da paso a un vestíbulo abovedado con arcos cruzados. Desde allí, una escalinata de piedra con balaustrada permite acceder a la planta noble, donde antaño se distribuían espacios como la sala de estrado, el comedor, la recámara, el oratorio o la sala de labor.

La edificación, de unos 630 metros cuadrados, se organiza en dos plantas más una torre. En la fachada destacan varios escudos: los blasones de las familias Correa, Sotomayor, Acuña y Troncoso de Lira, dispuestos simétricamente. Entre ellos, el Ayuntamiento ha añadido el escudo de la villa, procedente del antiguo consistorio.

Uno de los escudos presentes en el pazoEscultura y arte

En 1942, el pazo fue adquirido por el Ayuntamiento de Baiona para albergar la sede municipal. Desde entonces, se ha sometido a varias intervenciones de restauración, entre ellas la rehabilitación del bajocubierta y la creación de una plaza en su entorno.

En el ala izquierda del edificio se sitúa el archivo municipal, repartido en tres plantas conectadas por una escalera metálica y dotado de condiciones adecuadas para la conservación documental. Debido al crecimiento del volumen administrativo, se habilitó también una sala de archivo adicional en la planta baja.