Villares defiende una "fiscalidad saludable" para el pescado gallego y reclama al Estado una rebaja del IVA

Alfonso Villares, conselleiro do Mar, aprovechó su intervención en el II Congreso Internacional de Consumo, celebrado en Santiago y organizado por la Unión de Consumidores de Galicia (UCGAL) en colaboración con la Xunta, para señalar que el consumo de productos del mar no solo es esencial para mantener una dieta equilibrada, sino que además sustenta una cadena de valor justa y sostenible que merece mayor respaldo institucional.

Villares destacó que la calidad de los productos extraídos de las rías gallegas, junto con el bajo impacto ambiental de su explotación, convierte al sector pesquero gallego en un ejemplo de sostenibilidad alimentaria. Subrayó que fomentar el consumo responsable de pescado y marisco es una tarea compartida por todas las administraciones, pero lamentó que el Gobierno central siga sin responder a las demandas del sector mar-industria, que desde hace tiempo reclama una rebaja del IVA para los productos del mar.

Según cifras proporcionadas por entidades vinculadas al sector, eliminar este gravamen supondría un ahorro de hasta 560 millones de euros anuales para las familias gallegas. Villares señaló que esta "fiscalidad saludable" contribuiría no solo al ahorro de los hogares, sino también a reforzar el consumo de alimentos que, como el pescado, son recomendados por las autoridades sanitarias para llevar una dieta saludable.

Durante su intervención, el titular de Mar repasó las distintas iniciativas impulsadas por la Xunta para promover el consumo de pescado, entre ellas la campaña "Galicia Sabe Amar" o el programa Bono Peixe, que permite ahorrar hasta un 25% en la compra de productos del mar y del que se beneficiarán 50.000 gallegos gracias a una inversión de 2,5 millones de euros.

Villares advirtió también del descenso generalizado en el consumo de productos del mar, una tendencia que desde Galicia se está intentando revertir con estas medidas. Como resultado, el consumo per cápita en la comunidad creció un 6% el pasado año, alcanzando los 25 kilos por persona, lo que supone un 38% más que la media del resto de España.