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Gastronomía

El domingo se celebra el concurso de Cata por Parejas de Vila Viniteca

Se trata de la 14º edición del que se ha convertido en un prestigioso certamen, a nivel nacional e internacional, ideado por Quim Vila y Siscu Martí. El premio es de 40.000 euros repartidos entre las tres parejas ganadoras

De izda. a dcha. Fernando Gurucharri, Quim Vila, Xandra Falcó, Siscu Martí y José Peñín
De izda. a dcha. Fernando Gurucharri, Quim Vila, Xandra Falcó, Siscu Martí y José PeñínLa Razón

El próximo domingo tendrá lugar en Barcelona el prestigioso Premio Vila Viniteca de Cata por Parejas. Se trata del reto de 120 parejas de concursantes que deben acordar las respuestas para lograr los 30.000 euros del primer puesto. Además, se trata de un certamen de cata con la mayor dotación económica, 40.000 euros repartidos entre las tres parejas ganadoras. ¿Un par de curiosidades? El concurso cubrió las 120 plazas dobles (240 catadores) en menos de 5 minutos y el cartel de este año es una obra del diseñador gráfico América Sánchez Fernando Gurucharri.

Quim Vila y Siscu Martí son socios, propietarios de Vila Viniteca e ideólogos de este certamen, que, junto a algunos miembros del jurado, como Xandra Falcó, Fernando Gurucharri y José Peñín, han presentado durante un almuerzo en el restaurante Desde 1911 de Madrid, la 14º edición de esta cita, que tendrá lugar el domingo en la Casa Llotja de Mar de Barcelona.

Después de catorce años premiando a los mejores catadores, el concurso de Vila Viniteca se consolida como una referencia internacional y es el de mayor dotación económica. Los 40.000 euros del premio se reparten en 30.000 euros para la pareja de cata ganadora; 7.000 euros para la segunda clasificada y 3.000, para la tercera.

Este certamen, único y singular, porque cada pareja de cata -un total de 120- debe acordar las respuestas, fue creado en 2007 por Quim Vila y Siscu Martí de Vila Viniteca, una de las distribuidoras de vinos de referencia. El concurso se celebra un año en Madrid y otro en Barcelona, de forma alterna.

Este año las inscripciones quedaron cubiertas el pasado 11 de enero en menos de 5 minutos y la organización registra, una vez más, una larga lista de espera.

¿Quiénes participan? Sumilleres, restauradores, viticultores, enólogos, bodegueros y aficionados al mundo del vino, quienes coincidirán en esta cita anual, que supone una gran oportunidad de cata, además de albergar una reñida competición.

Además, en paralelo a la competición, el premio acogerá un showroom de más de 40 bodegas y marcas premium (de 11:00 a 18:30h), además de un buffet de quesos, seleccionados por Vila Viniteca (de 15:00 a 16:30h).

Las entradas para asistir como público al concurso de cata y disfrutar de los vinos, cavas y destilados del showroom, así como también del buffet de quesos, se pueden adquirir en https://www.vilaviniteca.es/ por 30 euros.

El encuentro cuenta con un jurado formado por profesionales relacionados con diversas áreas del mundo del vino. Se trata de Xandra Falcó, Fernando Gurucharri, presidente de la Unión Española de Catadores, José Peñín, periodista y editor de guías y libros especializados, Juan Muñoz, presidente de la Unión de Asociaciones Españolas de Sumilleres, y Jordi Segura (Euroselecció).

Para mostrar las dificultades del certamen, durante el citado almuerzo los asistentes asistieron a una simulación y cataron varias etiquetas. Entre ellas, Bride Valley Vineyard Blanc de Blancs 2016. Dorset; Domaine Vacheron Sancerre Les Romains 2019. AOC Sancerre; Newton Johnson Chardonnay 2019. Walker Bay; Belondrade y Lurton 2007. DO Rueda; Nun Vinya dels Taus 2014. DO Penedès; Felton Road Cornish Point Pinot Noir 2019. Central Otago; Thanisch Berncasteler Doctor Auslese 2018 (Magnum). Mosel-Saar-Ruwer.

Grandes etiquetas que fueron disfrutadas en Desde 1911 con elaboraciones como el salmón ahumado ecológico y el erizo de mar gallego a la brasa en su jugo para comenzar y que antecedieron al sashimi y ceviche de besugo con guisantes y al pulpets de la Costa Brava a la brasa con guisantes del Maresme. La gamba roja de Palamós a la brasa es un bocado maravilloso y no faltó en la degustación, lo mismo que el pimiento relleno de txangurro de centollo gallego en tempura y el marmitako de langosta gallega. El mero, del Golfo de Cádiz, en horno de leña fue el pescado del aquél día y, como postre, el milhojas de manzana y helado de leche quemada a degustar casi al tiempo que el pan con chocolate. La tabla de quesos ideada por Abel Valverde fue una genialidad, lo mismo que la dirección de la sala.