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Restaurantes
Así es el segundo local (que no debes perderte) de Parking Pizza en Madrid
Con esta nueva apertura, sólo cuatro meses de la primera, confirman que en la capital es posible disfrutar sin artificios de pizzas de calidad
Después del éxito que cosechó su local en Azca (Castellana, 89), Parking Pizza ha apostado por el barrio de Chamberí para abrir su nuevo local, en el número 39 de la calle Monte Esquinza. Un espacio con identidad propia, la cocina es el eje central del local, al ejercer de punto de unión de las dos plantas del establecimiento y, además, propiciar una experiencia inmersiva gracias a una barra que permite al cliente ver la elaboración de cada receta en primera línea.
Este nuevo espacio invita a vivir una experiencia inmersiva y traslada al comensal hasta una cocina; como novedad, ofrece la oportunidad de comer en una barra alrededor de esta cocina, por lo que el contacto entre el comensal y el equipo es absoluto, además de que el cliente puede ver en primera línea cómo se elabora cada una de las recetas.
Con más de 30 años de experiencia en el sector de la restauración, Berta Bernat y su marido Marcos Armenteras —fallecido en 2024— decidieron darle un cambio a su vida y emprender. Tras un período de reflexión, y algunos viajes que les sirvieron de inspiración, definieron el concepto que querían desarrollar: una pizzería donde se pudiera disfrutar sin artificios de pizzas de calidad, gracias a una meditada selección de ingredientes, y que estuviera ubicada en espacios diferentes y singulares. Y es que la historia de Parking Pizza se explica gracias a esos dos elementos diferenciales: el espacio y la pizza; de ahí su lema ‘Es el sitio. Es la pizza’.
Como en todos sus locales, su característica propuesta gastronómica la mantienen en Monte Esquinza. Una carta corta, sencilla y de calidad, aunque con algún guiño nuevo. Como marca de la casa, la despensa está compuesta por productos frescos, esencialmente mediterráneos y muchos de ellos llegados de Italia, como la harina, el tomate —los cherry los importan de Sicilia—, la mozarrella o la trufa. La clave de su cocina es hierbas frescas y producto italiano de máxima calidad combinados con ingredientes locales para lograr sabores potentes en todas sus recetas.
Pero, sin duda, la pizza manda en esta casa; con solo dos minutos en el horno de leña logran una pizza con estructura, crujiente, ligera y natural, pero, eso sí, con un toque cosmopolita. Entre sus especialidades, la clásica margherita; la de sobrasada picante de Mallorca; la de trufa negra —con queso fontina, huevo y parmesano—; la de gorgonzola, taleggio, pecorino, chalotas y salvia; la de speck, scamorza, parmesano y rúcula o la de cheddar, espárragos, kale, puerro y estragón.
La carta se completa con diversas opciones de antipasti, como el vitello tonato de solomillo y alcaparrones, el queso tomino del Boscaiolo -no puede faltar en cualquier comida o cena- o el salmón ahumado —con rábano picante, eneldo y lima—. El broche de oro dulce lo aportan elaboraciones caseras como el tiramisú o los helados artesanales. Para acompañar, cerveza y una selección de vinos blancos, rosados y tintos, especialmente pensada para el público madrileño.
Con el objetivo de dar a conocer Parking Pizza en toda la capital, la llegada a Monte Esquinza supone ampliar el radio de acción de su delivery (Glovo), por lo que permite que los vecinos de más partes de Madrid tengan la oportunidad de disfrutar de su propuesta culinaria. Asimismo, también cuentan con servicio de take away para aquellos que quieran acercarse a conocer el local, pero disfrutar de manera más relajada de sus propuestas en cualquier punto de la ciudad
Además de esto, no faltan sus características mesas largas para compartir y los prácticos taburetes de cartón con hueco para guardar las pertenencias, presentes también en los otros locales de la marca. La experiencia inmersiva también se ha llevado a nivel estético. Con una decoración firmada al igual que en las otras sedes por Skye Maunsell Studio, en esta ocasión, a sus habituales elementos de acero inoxidable, a la madera y al mármol, suma el azulejo blanco, que recubre las paredes de prácticamente todo el espacio y que es algo muy característico de cualquier cocina que se precie.
El nuevo local mantiene el concepto de sala donde prima la transparencia —una enorme cristalera permite desde la calle apreciar la atmósfera del local— y en la que se palpa rápidamente ese concepto de disfrute divertido del que es abanderada la marca. El establecimiento ofrece una visión 360 de lo que se vive a diario en un restaurante: la cocina en el centro, con su horno de leña, y las barras de bebidas vistas, ubicadas en los laterales del local, convierten a los comensales en protagonistas de la experiencia.
También en delivery
Con esta nueva apertura queda patente la apuesta de este grupo empresarial por la capital, al convertir en realidad el plan de crecimiento previsto para la ciudad. Parking Pizza es ya una parada ineludible en la capital para aquellos que quieren disfrutar de su particular versión de la popular receta italiana.En apenas cuatro meses —abrió el espacio de Castellana el pasado mes de diciembre—, ha conquistado al público madrileño con su novedoso concepto: una pizzería con un cuidado diseño de aire industrial, con el horno de leña como protagonista y donde priman la calidad y la frescura del producto, la atención al cliente y la apuesta por ofrecer un espacio para disfrutar y compartir en torno a una buena mesa. A ello se suma un ambiente desenfadado, donde queda reflejado que la sencillez es la clave para alcanzar el éxito.
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