D. O. Toro

Bodega Numanthia presenta a su nuevo director general... y el relanzamiento de Numanthia 2013

Julio Rodríguez Buren era hasta ahora director financiero de Domaine Chandon California & Newton Vineyards

JULIO RODRÍGUEZ BUREN
JULIO RODRÍGUEZ BURENBinocular Room

Bodega Numanthia ha presentado en Madrid el relanzamiento de Numanthia 2013, que salió al mercado a comienzos de 2016 con la peculiaridad de la añada, de su enorme potencial de evolución y guarda en botella. Precisamente, por las características climáticas de 2013 se decidió reservar una parte de la producción para que viera la luz años más tarde, cuando ofreciera la mejor expresión. Ese momento ha llegado, con 10.000 botellas excepcionales de esta firma de D. O. Toro. Y la presentación sirvió también para conocer a Julio Rodríguez Buren, su nuevo director general.

- ¿Cuál ha sido su paso profesional por la bodega?

- Me incorporé a Moët Hennesy en octubre 2006. En todos estos años en el grupo, he trabajado en Champagne, Moët Hennessy Wine Estates, MH Argentina & Latam y Domaine Chandon, así como en múltiples geografías y terroirs, incluyendo América Latina, el Caribe, Francia y California. De hecho, mi último puesto, antes de incorporarme a Bodega Numanthia, ha sido el de director financiero de Domaine Chandon California & Newton Vineyards.

- ¿Por qué este cambio en este momento?

- Dirigir Bodega Numanthia es un reto apasionante al que no podía decir que no. Asumo el apasionante reto de continuar el legado de Lucas Löwi, quien ha dirigido la bodega durante los últimos ocho años, apoyando su crecimiento y desarrollo. Es un honor para mí estar al frente de Bodega Numanthia, un referente en Toro con una gran proyección en el próximo año y considerada ya entre las mejores joyas del vino español en todo el mundo. Tomo el testigo del excelente trabajo realizado por Lucas, quien no solo llevó a cabo una acertada evolución estilística del vino hacia una mayor frescura y elegancia, hoy aclamada por la crítica y con excelentes resultados de ventas, sino que su espíritu emprendedor le llevó a crear un vino atemporal, Termanthia Ipse, premiado con 100 puntos por James Suckling.

- ¿Cómo ha encontrado Bodega Numanthia tras su primer contacto?

- La bodega celebró el año pasado su 25 aniversario. En este cuarto de siglo nos hemos convertido en todo un referente, siendo fiel a nuestra historia y con una gran proyección hacia el futuro como una de las joyas del vino español. A ello han contribuido, sin duda, logros como los de haber alcanzado 100 puntos otorgados por críticos internacionales, como Robert Parker (Termanthia 2004) y James Suckling (Termanthia Ipse), así como la frecuente inclusión cada año en el listado de los 100 mejores vinos del mundo de Wine Spectator. En todo ello, la labor de mi predecesor, Lucas Löwi ha sido fundamental. Continuaré su legado, manteniendo los pilares clave que han contribuido a que Bodega Numanthia sea la referencia en la región de Toro y considerada como una de las joyas del portfolio de Moet Hennessy: la preservación e interpretación de un patrimonio único y de incalculable valor que es el viñedo viejo, la diversidad de terroir con enfoque parcelario preciso y nuestro compromiso con la sostenibilidad.

- ¿Sus viñas viejas son su mejor tesoro?

- Como decía anteriormente, Bodega Numanthia es una auténtica joya del vino español. Contamos con algunos de los viñedos más antiguos del mundo, con cerca de 150 años, plantados en el siglo XIX, prefiloxéricos. Cuidar de ellos requiere una precisión y una experiencia extremas. El tiempo y la experiencia que, a través de él adquirimos, hace posible que seamos lo que somos. Además, Numanthia es la única bodega que representa en su totalidad la DO Toro. En nuestras parcelas, repartidas a lo largo y ancho de toda la DO y suman 150 hectáreas, nacen vinos diferentes con personalidades distintas. Y es precisamente la combinación de todos ellas la que hace posible la excelencia de nuestros vinos, Numanthia y Termanthia, expresiones de una única variedad de uva: 100% tinta de Toro, conocida como “la más tinta de las uvas tintas”, pero cada uno de ellos es profundamente diferente.

Y por último, añadiría que nuestra misión es la preservación de un patrimonio único natural y cultural, el viñedo centenario no injertado de tinta de Toro. Cuidar de uno de los viñedos más antiguos del mundo es nuestro verdadero propósito.

- ¿Cree que la DO Toro está bien posicionada en el mercado nacional e internacional?

- Poco a poco a teniendo el reconocimiento que merece. Y en este sentido, Bodega Numanthia ha sido la punta de lanza de esta DO. Podemos decir que nuestros vinos sí gozan de reconocimiento internacional. Como he mencionado anteriormente, hemos alcanzado 100 puntos otorgados por críticos internacionales, como Robert Parker (Termanthia 2004) y James Suckling (Termanthia Ipse), así como la frecuente inclusión cada año en el listado de los 100 mejores vinos del mundo de Wine Spectator.

A ello añadiría una cifra: el 70% de nuestra facturación procede de 70 mercados en los que vendemos, principalmente, Estados Unidos, México, China, Japón, Reino Unido, Alemania y Brasil. en España.

- ¿Cómo han evolucionado sus gustos respecto al vino en los últimos años? ¿Le siguen gustando los mismos que antaño?

- Los gustos en el mundo del vino han evolucionado y Bodega Numanthia también lo ha hecho. De hecho, la bodega inició una evolución en el estilo de los vinos, buscando mayor elegancia y frescura en nuestros blends mediante una cosecha más temprana, extracciones más sutiles, crianzas más respetuosas y guardando los vinos un mayor tiempo en botella antes de su lanzamiento al mercado. Así, hemos logrado una percepción icónica de nuestra bodega en todo el mundo. En cuanto a mis gustos personales, yo también he evolucionado y no puedo estar más de acuerdo con este progreso que ha logrado la bodega que ha dado como resultado una mayor elegancia y frescura en Numanthia y en Termanthia.

- ¿Cómo afecta el cambio climático a los viticultores?

- El cambio climático es algo que he ido percibiendo a lo largo de mi trayectoria y que me ha obligado a entender el viñedo según la reserva de agua con la que arranca la temporada y sabiendo qué exigirle. En una tierra semiárida como Toro, donde, como se suele decir, tenemos “tres meses de infierno y nueve meses de invierno”, la gestión de los recursos y el cuidado del terroir es fundamental. Trabajamos mano a mano con familias de viticultores locales, los viñedos son tratados bajo normativas orgánicas. Desde Bodega Numanthia, nos esforzamos por preservar el patrimonio vitícola con prácticas sostenibles que protejan y nutran la tierra.

En este compromiso con la sostenibilidad, estamos desarrollando un plan para rehabilitar los hábitats de la fauna autóctona, además de proyectos para preservar el patrimonio genético, así como un ambicioso plan de reforestación en los alrededores de nuestras parcelas donde plantaremos 30 hectáreas de árboles de especies locales, buscando reducir nuestra huella de carbono como parte de esa vocación y deseo de devolver a la tierra parte de lo que ella nos da y aumentar así la biodiversidad en nuestros viñedos.