Sección patrocinada por sección patrocinada

Gastronomía

Grandes de España: Ricard Camarena, sello valenciano

La veneración por el producto y el compromiso con el sabor son su seña de identidad

El chef Ricard Camarena, nuevo embajador de illy
El chef Ricard Camarena, nuevo embajador de illy La Razón

Siempre se habla de que los flechazos ocurren rara vez en la vida, pero hay personas con suerte que experimentan esta mágica situación en múltiples ocasiones. Ricard Camarena es una de ellas, puesto que la música y la gastronomía le robaron el corazón absolutamente. Para Camarena las partituras y la trompeta eran su vida, hasta que con 26 años decidió dar un giro de 180 grados para dedicarse por completo a lo que hasta entonces era solo una afición: la gastronomía.

Nacido en 1974 en Barx, un pequeño pueblo del interior de la provincia de Valencia, Ricard siempre había vivido y experimentado en la cocina de su casa, marcada por una clara tradición levantina. Fueron esos recuerdos los que le removieron y le llevaron a estudiar en la Escuela de Hostelería y Turismo de Valencia, donde se enamoró de la profesión. Cocinero inquieto y volcado con las prácticas culinarias de su tierra, su andadura profesional comenzó en 2001. Ese año decidió arrendar el restaurante de la piscina de su pueblo, donde empezó a forjar su propio estilo al indagar en las raíces del recetario valenciano y en sus productos. Ya en 2004, Camarena junto con su mujer, Maria del Carmen Bañuls, monta en Gandía el restaurante Arrop. El golpe en la mesa definitivo lo dio cuando su establecimiento fue proclamado como ‘Restaurante Revelación’ en la cumbre gastronómica por excelencia, Madrid Fusión.

La veneración por el producto y el compromiso con el sabor son su seña de identidad. Camarena tiene en la huerta valenciana y en el mar Mediterráneo una despensa sin parangón, que ha sabido encajar a la perfección en la propuesta gastronómica de cada uno de sus proyectos: desde Arrop Gandía a Ricard Camarena Lab y, por supuesto, en Ricard Camarena Restaurant, con dos estrellas Michelin, una estrella Verde Michelin y tres Soles Repsol. El tesón, el esfuerzo y esa inagotable fuente de creatividad han tenido su recompensa. El sueño de aquel joven músico que quería tocar su propia melodía es toda una realidad.