Curiosidades

Los mejores tacos de Ciudad de México se preparan... ¡En un taller mecánico!

A lo largo de los años, El Vilsito ha atraído a una clientela diversa, desde automovilistas hambrientos hasta vecinos curiosos y visitantes de toda la ciudad

El Vilsito, Ciudad de México
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En el corazón de la bulliciosa Ciudad de México, se encuentra un lugar que ha cautivado los corazones y los paladares de los locales y visitantes por igual: El Vilsito, una taquería única que se oculta dentro de un taller mecánico. Conocido por servir algunos de los mejores tacos al pastor de la ciudad, este modesto establecimiento es un tesoro gastronómico que ha trascendido generaciones.

La historia de El Vilsito comenzó en agosto de 1987, cuando Juan Carlos Blanco, dueño de un taller mecánico llamado Mecauto, tuvo una visión audaz. Decidió abrir un pequeño restaurante en su taller para que sus clientes pudieran disfrutar de una comida mientras esperaban que sus vehículos fueran reparados. Este lugar se llamó inicialmente "El Vipsito", en un juego de palabras que hacía referencia a la famosa cadena de restaurantes Vips. Sin embargo, en un giro inesperado, el restaurante tuvo que cambiar su nombre debido a problemas legales relacionados con la marca registrada. Así nació "El Vilsito", una variación que conservó la esencia del original. A pesar del cambio de nombre, lo que realmente importaba era la calidad de los tacos al pastor que servían.

Los tacos al pastor son el plato estrella de El Vilsito, y su sabor es inigualable. Estos deliciosos tacos consisten en una tortilla de maíz rellena de carne de puerco adobada y asada, acompañada de una rodaja de piña, cebolla y cilantro picado. La combinación de sabores y texturas crea una experiencia culinaria que deleita a los sentidos. Uno de los secretos detrás del éxito de El Vilsito radica en la preparación del pastor. Tienen tres trompos giratorios de carne adobada que garantizan que la carne esté siempre tierna y jugosa. Este enfoque en la calidad y la frescura de los ingredientes es lo que distingue a El Vilsito de otras taquerías.

A pesar de su éxito, El Vilsito ha mantenido su enfoque en la calidad y la autenticidad. El dueño, a quien cariñosamente llaman "El Jefe", se ha negado a expandirse a través de franquicias o a abandonar su negocio automotriz para convertirse en una taquería más grande. Esto significa que El Vilsito seguirá siendo ese "taller mecánico que de noche sirve uno de los mejores tacos al pastor de la Ciudad de México".