Madrid
Persimmon’s estrena carta: el planazo gastro del mediodía en Salesas
Del coquelet a la brasa al pulpo con adjika y dos postres tradicionales que redondean un viaje sabroso por el Cáucaso
Si hay un lugar en Madrid donde siempre apetece quedarse un rato más, ese es Persimmon’s, el restaurante georgiano que en solo dos años se ha convertido en punto de encuentro de Salesas. Si ya lo has probado, tienes excusa para volver, porque acaba de renovar su carta.
Ubicado en la siempre animada Bárbara de Braganza, Persimmon’s amplía su propuesta con platos pensados para disfrutar sin prisas, perfectos para comidas de trabajo o para ese almuerzo que se convierte en sobremesa. La esencia sigue intacta: cocina georgiana contemporánea, ambiente cálido y una coctelería que gira en torno al tradicional destilado chacha.
Los nuevos imprescindibles de la carta
La primera parada obligatoria es el Coquelet de corral a la brasa, jugoso y aromático, servido sobre trigo sarraceno y una sorprendente salsa de tkemali de frambuesa. Es de esos platos que te hacen bajar el ritmo y disfrutar. Otro favorito es el Ojakhuri, una versión georgiana y actualizada de la pluma ibérica, acompañada de setas escabechadas, cebolla caramelizada y granada fresca. Un plato con carácter, de sabor profundo y muy equilibrado.
Y para los que prefieren los sabores más atrevidos, el Pulpo a la brasa con Gomi (un cremoso guiso de maíz) y salsa adjika es pura personalidad. La brasa está en su punto y la mezcla de texturas funciona de maravilla.
El final dulce del viaje
La carta de postres también estrena dos nuevos clásicos georgianos. El Pelamushi, una suave cuajada de zumo de uva con nueces caramelizadas y reducción de granada, es sorprendente y no demasiado dulce, ideal para quienes buscan algo ligero. Y el Khachos paska, combinación de requesón de cítricos y crema caramelizada de vainilla, es pura delicadeza.
Para acompañar, la carta líquida sigue jugando un papel protagonista, con cócteles artesanales elaborados a base de chacha, como el Kokhta (frambuesa fresca y lima) o el Aagulava (granada y hierbabuena), perfectos para abrir boca o alargar la tarde.
Con estos nuevos platos, solo confirma que sigue siendo uno de los restaurantes más especiales de barrio. Un viaje sabroso, auténtico y contemporáneo a la cocina georgiana… sin salir de Madrid.