Sara Carbonero
Sara Carbonero, el alter ego de Iker Casillas
La periodista que dejó «aparcada» temporalmente su profesión por seguir al guardameta a Oporto ha sido siempre su principal apoyo
El beso de Íker Casillas a Sara Carbonero durante el Mundial de Sudáfrica marcó y oficializó el inicio de una relación ante todo el mundo. Desde entonces la pareja ha ido evolucionando de la mano profesionalmente, y también, cómo no, personalmente.
Esta semana el portero decidía definitivamente decir adiós al fútbol profesional, una decisión que se preveía tras el infarto sufrido por Casillas en mayo del año pasado durante un entrenamiento. El tiempo dirá ahora como afrontará esta nueva etapa tras descartar hace unos meses también presentarse a la Presidencia de la Federación Española de Fútbol.
La pareja, que ha pasado los últimos años en Oporto, en una casa frente al mar que les sirvió para recuperar la calma y alejarse del foco mediático que afectaba al rendimiento en el campo del ex jugador del Real Madrid, decidirán también en los próximos meses si regresan a Madrid junto a los suyos o se quedan allí. Iker y Sara han construido y cimentado una relación en tierras portuguesas que ha resistido en los buenos y en los malos momentos y el nacimiento de sus hijos, Martín y Lucas ha contribuido a fortalecer esa unión.
En Oporto, Casillas volvió a brillar como deportista y Carbonero no abandonó su labor empresarial al frente de Slow love, la firma de moda que fundó junto a su mejor amiga y compañera de profesión Isabel Jiménez. Y, además, continuó siendo imagen publicitaria de distintas marcas.
El pasado mes de febrero concluyó su excedencia en Mediaset y anunció su regreso a los deportes de Cuatro, poniéndose al frente de una sección de entrevistas semanal con los principales protagonistas del deporte.
En marzo del pasado año, el de Móstoles renovó una temporada más en el equipo luso sin imaginarse que tan solo dos meses sufriría un infarto. Son esos «avisos» que da la vida y que te ponen los pies en la tierra. Quince días después de ser dado de alta, era Sara la que se enfrentaba al momento más duro de su vida. La periodista anunciaba en su perfil de Instagram que acabada de ser operada de un «tumor maligno de ovario» y que debía someterse a varios meses de tratamiento. Se llegó incluso a decir en el entorno de la pareja que el infarto del portero había estado motivado por la preocupación por la salud de su esposa. No era para menos. Un año después, la pareja, más unida que nunca, puede afirmar que ha superado los malos momentos y que el futuro se prevé prometedor.
El anuncio de este martes era una despedida anunciada, esperada. La confirmación de que era el momento de iniciar una nueva etapa. «Hola a todos. Hoy es uno de los días más importantes y, a la vez difíciles, de mi vida deportiva: ha llegado el momento de decir adiós», comenzaba la carta del portero. En ella, además de un repaso de sus éxitos deportivos Casillas no quiso olvidarse de «todos los que me habéis acompañado en este viaje y por los sacrificios que hicisteis», entre los que evidentemente estaba incluida su familia. Pero en especial, su «alter ego», la mujer que desde hace años se ha convertido en su principal respaldo. «A mi mujer y a mis hijos, Martín y Lucas, gracias por todo vuestro apoyo, por todas esas horas que no he podido pasar a vuestro lado en este último trayecto de mi vida deportiva. Gracias por comprenderme y animarme a disfrutar de esta vida que elegí. Sin duda a vuestro lado todo es más fácil». De momento, la pareja disfruta del verano en sus pueblos, Navalacruz y Corral de Almaguer, y después con las pilas cargadas desvelarán donde iniciar su nueva vida.
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