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Alberto Tinarelli, el hombre que llevará al altar a la viuda de Pavarotti
Se conocieron hace nueve meses y consolidaron su relación durante el confinamiento. Aunque el ejecutivo de 52 años « me enamoró por su sinceridad, esta relación no anula mi romance con luciano», dice
Alberto Tinarelli es el hombre que ha conquistado el corazón de Nicoletta Mantovani, viuda del tenor Luciano Pavarotti. Estos días, la italiana ha anunciado su próxima boda, prevista para el próximo mes. En una entrevista exclusiva concedida aAlfonso Signorini, en el semanario italiano «Chi», Mantovani, de 50 años, asegura que «no tenemos ninguna razón para casarnos más allá de un deseo loco de hacerlo. Decidimos hacerlo por la iglesia, porque para mí, como creyente, era importante declarar nuestro amor ante el Señor. Lo haremos en Bolonia, mi ciudad natal, en septiembre, en una iglesia especial para mí, llena de significado».
El novio, de 52 años, es asesor financiero, ejecutivo de negocio y muy guapo. Además, a la italiana le enamoró «su forma de ser. Es equilibrado, sincero, siempre disponible y bien dispuesto hacia todos. Cualquiera puede contar con él si lo necesita».
Nicoletta y Alberto se conocieron hace tan solo nueve meses, gracias a una amiga en común,Grazia Verasani, quien se los imaginó juntos y no dudó en presentarlos. Después de conocerse, inmediatamente se enamoraron, tanto que están plenamente convencidos de que quieren unirse en matrimonio.
La relación se fue forjando durante el confinamiento por la pandemia y pronto se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro y que no tenía sentido vivir separados.
Boda íntima y familiar
Ambos tienen fuertes convicciones religiosas, motivo por el que han optado por hacerlo ante la Iglesia. Una boda íntima y reservada solo a los amigos más cercanos de la pareja.
Según declara la propia Mantovani en el semanario italiano, «no vestirá de blanco, porque le preocupa especialmente llevar un vestido de ceremonia muy normal y sencillo».
Alice, la hija de Nicoletta y Luciano Pavarotti está feliz con la boda, pero, sobre todo, con la llegada de Alberto a la vida de su madre.
Mantovini y Pavarotti se conocieron en 1996, justo cuando el tenor italiano se divorció de su primera esposa, Adua Veroni, pero no fue hasta 2003, con el nacimiento de Alice, cuando oficializaron e hicieron pública su relación. Hoy la niña, es una adolescente, que declara estar muy feliz porque su madre haya rehecho su vida después de tantos años desde el fallecimiento de Pavarotti.
Una prueba más de la bondad de Alberto, de la que Mantovani habla en la entrevista es que el asesor financiero solo se decidiría a contraer matrimonio con ella si la relación la aprobaba Alice, sabedor de que un distanciamiento entre madre e hija podría provocar problemas en la pareja.
A pesar de estar muy ilusionada con su futuro, Mantovani asegura que «aunque mi relación con Alberto es ‘'mágica'‘, no anula para nada el romance de más de quince años que tuve al lado de Luciano», que todavía sigue muy presente en su vida. «Pavarotti seguirá siendo una persona importante en mi vida siempre y continuaré conservando su memoria, como se merece un gran artista como él», ha asegurado. «Pero, como Luciano siempre me recordaba, la vida hay que vivirla en cada momento al máximo, siempre tratando de tener una sonrisa, y Alberto me hace revivir una gran alegría. El nuestro es un amor profundo, una verdadera magia», ha agregado.
La relación de Nicoletta y Luciano estuvo marcada por una gran polémica ya que ella era una joven universitaria veinteañera cuando conoció al divo, 34 años mayor que ella, y empezó a trabajar como su secretaria y asistente. Se le acusó de estar con él por su fortuna, pero con el paso del tiempo se demostró que no era así. Luciano Pavarotti falleció cuatro años más tarde por un cáncer de páncreas.
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