Futuro
El último golpe a Isabel Pantoja
La Agencia Tributaria le reclama 250.000 euros mientras su hijo Kiko Rivera vuelve a ponerla en el punto de mira mediático
Desde 2012 lleva Pantojaperseguida por Hacienda y, lejos de haber saldado sus deudas, la artista debe aún 248.319,74 euros. A esto hay que añadir la nueva entrevista concedida por Kiko Rivera a Mila Ximénez que pone a la tonadillera en el ojo del huracán mediático.
La vida de Isabel Pantoja es una copla en sí misma que podía haber escrito Quintero, León y Quiroga. La niña que canta y baila que se queda huérfana. Una madre con carácter que se centra en el éxito y la virginidad de la hija. La aparición del torero que ensalza públicamente la castidad de la joven. Una ciudad, Sevilla donde los ciudadanos se echan a la calle para ver a la artista y el matador el día de su boda. Las siguientes estrofas de esa copla viviente se rellenan con la tragedia de Pozoblanco que convierte a Pantoja en la viuda de España. Pasa el tiempo y vuelve a la vida y a los amores supervisados siempre por Ana Martín, doña Ana en el mundo del corazón. Unos más recomendables que otros. Y con el único que la llama «mi gitana» acaba compartiendo sentencia condenatoria. Cuando parecía que Isabel dejaba de ser la protagonista de la copla se convierte en el eje central de un culebrón donde el «pequeño del alma con la piel de canela» le da un zarpazo emocional que posiblemente cambie su futuro.
Pantoja, encerrada en Cantora, calla públicamente y no acepta por el momento ofertas económicas para que cuente su estado anímico. Ha rechazado una propuesta editorial con un contrato espléndido donde un profesional con talento escribiría sus memorias. Los colaterales que durante algún tiempo han formado parte de su vida, en cambio, cuentan la soledad elegida por la artista.
Lo que parece seguro es que no abandonará ni venderá la finca. Doña Ana tiene 89 años y su estado de salud está cada vez más deteriorado. Su hija tiene claro que no va a cambiar nada en su vida hasta que llegue la hora de decirle adiós. A partir de ese momento poco le une a un campo que es un pozo sin fondo y con una familia que le ha dado pocas alegrías en esta última etapa. Ya se dijo en 2016, cuando cumplió su condena de dos años por blanqueo de capitales, que su nueva vida la podría iniciar en México bajo el paraguas afectivo y laboral de Juan Gabriel, quien quiso casarse con ella. El cantante falleció repentinamente y el viaje quedó descartado.
Cuentan los que la conocen que la traición de su hijo llamándola mala persona y mala madre podría ser el motivo definitivo para que decida poner mar de por medio. Tanto en México como en Miami no solo tiene amigos que la recibirán con los brazos abiertos sino también serviría para desarrollar su estancada carrera musical. Su último disco «Canciones que me gustan» estuvo entre los veinte discos más vendidos los primeros días de su lanzamiento en iTunes, pero sin promoción las descargas bajan. Según Inma Gras, socia y fundadora de la discográfica Altafonte, productora del disco, «Isabel tiene 900.000 oyentes en Spotify», un dato importante a la hora de cuantificar el interés musical que despierta.
Su último concierto fue en Madrid el 6 de marzo en el WiZink Center. Una semana después comenzó el confinamiento. Isabel Pantoja se recluyó en Cantora donde se mantiene firme sin hacer declaraciones. Por ahora la promoción de su disco está parada, pero ya hay fecha para su primera gala: el 7 de agosto en Jerez de la Frontera.
Fuera mejor que en España
La idea de marcharse del país sería una alternativa para comenzar una nueva vida alejada de traiciones y afectos no correspondidos. No tendría ningún problema para solicitar un visado que le permitiera viajar a EE UU o México aunque hubiera pasado por la cárcel. Fuera de España volvería a ser considerada una diva como ya lo fue Rocío Jurado o Rocío Dúrcal. Dos artistas muy queridas en esos países y que tenían los medios audiovisuales a su servicio. Las cadenas más importantes como Televisa, Azteca Mundo, Univisión y Telemundo fueron y son un soporte importante para los artistas españoles y Pantoja no iba a ser menos. Además, volvería a retomar la faceta más lúdica que dejó de formar parte de su agenda hace ya mucho tiempo.
Una agenda vital que está aún por escribir. Su madre doña Ana es la atadura más fuerte, una vez que su hijo Kiko la ha dejado sin defensas emocionales.
✕
Accede a tu cuenta para comentar