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Venganza

El pozo maldito de Pedro Carrasco

La dejadez de Rocío Jurado y Pedro Carrasco al no cambiar la titularidad del pozo que regaba la finca que heredaron los Mohedano, sirvió a Rociíto una venganza en plato frío contra sus tíos.

Rocío Carrasco, Fidel Albiac y Rocío Jurado en el funeral de Pedro Carrasco
Rocío Carrasco, Fidel Albiac y Rocío Jurado en el funeral de Pedro CarrascoJJS© Korpa

La venta, a finales de 2010, de una mísera porción de terreno de 190 metros cuadrados tiene la culpa del inicio de las hostilidades entre Rocío Carrasco y sus tíos maternos. En esa parcela indivisible, al formar parte de un terreno rústico que dista tres kilómetros de la finca “Los Naranjos”, se encontraba el pozo que durante años regó la explotación agrícola propiedad de “La más grande” y su ex marido, Pedro Carrasco, y que acabarían heredando en 2007 los Mohedano.

La finca, un suelo rústico de poco más de tres hectáreas, fue una de las primeras inversiones del popular matrimonio en Chipiona. Por su cercanía a la carretera de Rota y a la playa, la pareja confiaba en que, con los años, podría ser urbanizable. Una inversión a futuro que no comenzó a ser rentable hasta que la finca tuvo acceso al agua del lejano pozo y comenzó su actividad agrícola basada en el cultivo de cítricos. A día de hoy, sin pozo y sin naranjos, sus herederos confían en poder mantenerla hasta que sea recalificada como suelo urbano y se ha convertido en el hogar de Amador Mohedano.

Amador Mohedano
Amador MohedanoGtres

El pozo que regaba Los Naranjos estaba a nombre de Pedro Carrasco

Pocos saben que el acceso a este manantial fue obra de Pedro Carrasco. De hecho, ni siquiera su única hija, Rocío, lo sabía. El boxeador, gran amigo del dueño del emblemático Hotel Al Sur de Chipiona y propietario del pozo, llegó a un acuerdo privado con él para compartir su titularidad y beneficiarse del riego. De este modo, “Los Naranjos” pasaba de ser un terreno de agua salobre a una finca de regadío. Tras separarse de Rocío Jurado, Carrasco decidió vender su parte de la finca a la madre de su hija. La excelente relación entre ambos hizo innecesario que se cambiara la titularidad del agua del pozo y esta dejadez acabaría convirtiendo, tras la muerte del boxeador en 2001, a la única hija de la pareja en la propietaria del pozo.

Una década después de la muerte de Pedro Carrasco, Rociíto descubriría el maná que poseía cuando el propietario del terreno donde se encontraba el pozo decidió venderlo. Al no estar elevado a público, es probable que Rocío Carrasco desconociera su existencia, tal y como mantienen sus portavoces. En cualquier caso, lo lógico es que su madre le hubiera informado que, tras la muerte de su padre, el pozo pasaba a ser de su propiedad. Pero, según aseguró Paloma García-Pelayo en 2016, Rocío descubrió años después que su tía Gloria, supuesta depositaria del documento que acreditaba la propiedad del pozo, se lo ocultó deliberadamente y esa fue la razón de su enfado.

Los Naranjos, el motivo del desacuerdo en el reparto de la herencia de Rocío Jurado.

Si ese fue el motivo que provocó la venganza de Rocío Carrasco o fue la negativa de sus tíos a repartir la titularidad de la finca con los hijos de Rocío Jurado, como defendía la albacea Ana Iglesias, pronto se sabrá. Pero está claro que, en “Los Naranjos”, está el origen de la discordia familiar. Prueba de ello es que, dos años y medio después de aceptar a regañadientes que sus tíos maternos heredaran el 100 % de “Los Naranjos”, Rocío Carrasco vendía a sus espaldas el pozo, sin ofrecérselo a ellos en ningún momento.

Rocío Flores, Gloria Mohedano y su marido José Antonio , Amador Mohedano, Gloria Camila Ortega y José Ortega Cano durante el 10 aniversario por el fallecimiento de Rocío Jurado en Chipiona
Rocío Flores, Gloria Mohedano y su marido José Antonio , Amador Mohedano, Gloria Camila Ortega y José Ortega Cano durante el 10 aniversario por el fallecimiento de Rocío Jurado en ChipionaKCTGTRES

Esta actuación acabó con la frágil entente familiar y despertó la furia de los más mediáticos. Amador, Rosa Benito y el marido de Gloria Mohedano, arremetieron contra su sobrina en los platós. Tras el despiadado ataque mediático, que acabaría acercando a parte de los Mohedano a Antonio David Flores, nada volvería a ser igual entre ellos. El sueño de Rocío Jurado de mantener a su familia unida saltaba por los aires.

Aunque, en enero de 2011, cuando los Mohedano descubrieron que Rocío había vendido el pozo, la finca no estaba en explotación, la ira de los hermanos de “La más grande” no se acalló. Al parecer, para ahorrar en gastos, habían decidido tapiar las tuberías de modo que el pozo no regara las tierras. Aún así, la acusaron de actuar con mala fe, ya que consideraban que Rociíto debiera haberles informado a ellos de sus intenciones por si fuera de su interés comprar el pozo. “Le hubiéramos pagado lo que hubiera querido”-dijo Amador Mohedano.La jugada de Rocíito a sus tíos fue calificada por Rosa Benito como “una puñalada trapera”. Según ellos, el terreno de secano habría sufrido una devaluación económica incalculable.

Rocío guardó silencio mientras Amador, Rosa y el marido de su tía Gloria, José Antonio, se despachaban a gusto en los platós. La venta del pozo revertía la calificación de la finca de regadío a secano devolviendo la situación, irónicamente, al conflicto que se generó por el desacuerdo en la tasación de la finca en 2007, en plena guerra testamentaria. ¿Fue una justa venganza de Rociíto?.