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Begoña Villacís: “Voy a darle el pecho a Inés”
La candidata a la alcaldía de Madrid por Ciudadanos (41 años) ha dado a luz a su tercera hija por cesárea programada a nueve días de las elecciones municipales.
La candidata a la alcaldía de Madrid por Ciudadanos (41 años) ha dado a luz a su tercera hija por cesárea programada a nueve días de las elecciones municipales.
«Después de cuatro años esperando por las elecciones, justo me tiene que tocar ahora ponerme de parto. Pero vamos, que voy a seguir en campaña, como sea, de alguna u otra manera». Son casi las nueve de la noche del jueves 16 de mayo. Begoña Villacís (Madrid, 1977) lleva catorce horas ejerciendo de candidata y me confiesa que no se acostará «antes de las once y media». Será su última entrevista «igual que hoy es el último día de embarazo de toda mi vida». Doce horas después, la aspirante de Ciudadanos a la alcaldía de Madrid daba a luz mediante cesárea programada a su tercera hija. «Chicos, Inés ya ha nacido –nos anunciaba Clara, su jefa de prensa a las 13:56 del viernes. Ha pesado 3,930 kg. Las dos están muy bien y Begoña está feliz. Me pide que os agradezca de su parte todo el interés, el respeto y el cariño que le estáis mostrando estos días». La abogada y política había ingresado sobre las 9 de la mañana en el hospital Fundación Jiménez Díaz y a las 13 horas ya estaba en línea en su whatsapp para tuitear la buena nueva: «¡Bienvenida Inés! Cómo han cambiado las cosas desde que nació tu hermana Jimena, hace ya doce años, y Paula, hace 13 años. Ahora hemos podido estar juntitas desde que has nacido, piel con piel. Gracias a todos por vuestros mensajes de cariño. Estamos muy bien, y felices. Ya somos cinco». Begoña, licenciada en Derecho por la Universidad San Pablo CEU y con Master –sin sospecha– en Asesoría Fiscal y Derecho Tributario, salía de cuentas el 1 de junio y contaba seguir descontando días hasta las municipales y europeas del 26M. Sin embargo, por consejo de sus ginecólogos (es su tercera cesárea) tuvo que mermar semana y media su maratón de campaña electoral. Lo anunciaba, flanqueada por Albert Rivera e Ignacio Aguado, en la pradera de San Isidro el día 15: «Voy a hacer caso a las indicaciones, no voy a aguantar más que es lo que me hubiese gustado». Entre parpusas y claveles, la política naranja fechaba alumbramiento minutos después de sufrir un vergonzoso escrache a manos de una plataforma antidesahucios. ¿Cómo lo vivió su familia?, le cuestiono. «Mi marido solo me dijo que tuviera cuidado, porque podría tener un susto. Yo soy de normalizar las cosas y no me pongo demasiado tremenda. Quizá por ello, ni él ni mis hijas le dieron mucha importancia». ¿Y si en nueve días fuera la nueva alcaldesa, les haría ilusión?, añado. «A mis hijas les hace mucha ilusión que pueda hacer cosas por Madrid, pero si te soy sincera están entrando en la adolescencia y están más centradas en eso que en su madre y a mí también me está interesando mucho el proceso que están viviendo, más que muchas cosas de la que pasan en la política».
Su lado más personal
Mientras le insiste al taxista en el camino que quiere seguir con un «por ahí mejor», prosigue su relato presumiendo de descendencia: «Mira, mi hija pequeña es mediadora en su clase. Ha heredado mi vocación de intentar evitar el conflicto. Te parecerá muy cursi pero yo siempre he tenido ganas de hacer justicia, de conseguir y luchar por lo que creo legítimo. Evitando la confrontación». En medio de su proclama a la ecuanimidad y el buen rollo, tiro de última hora y le recuerdo que la popular Cayetana Álvarez de Toledo acaba de echar sal a las magdalenas de Manuela Carmena («algún día se sabrá que son de supermercado», le ha espetado). Villacís escucha el silencio unos segundos y me reconoce: «Yo no soy de insultar pero a mí la alcaldesa me ha defraudado mucho». En el espectro opuesto, la ocurrencia de Ortega Smith, candidato cañí por Vox, sobre la capacidad de decisión de las gestantes («una mujer puede decidir si se corta las uñas pero no abortar») también agrede la sensibilidad de la abogada: «Lo que dice Vox es una manera de cosificar a la mujer. Yo no me siento en el papel de portadora de bebés. A las mujeres nos ha tocado la maternidad y la tenemos que afrontar en libertad. Yo siempre les digo a las mujeres con las que hablo que nunca es un buen momento para ser madre, porque si tienes trabajo te afecta y si no, pues también». En la semana en la que Isabel Díaz Ayuso, candidata popular a la Presidencia de la Comunidad, ha abogado por «las que emprenden solo unos días después de dar a luz», Villacís defiende las libertades individuales: «A mi me parece perfecto volver de la baja maternal a la semana, dejar de trabajar, estar seis meses, hay que respetar lo que decidan las mujeres, que dejemos de juzgarnos por lo que hacen otras, porque a ellos no se les juzga». Cuando le pido concretar, asevera: «Mi baja maternal durará lo que yo quiera, porque además confío en que tengo un equipazo que me va a hacer la cobertura». De sus compañeros en Ciudadanos nos confirma que la llaman «conciliator, por mi capacidad para llegar a todo y porque tengo un gran sentido del deber». Lo de «la Meghan Markle de Chamberí», por su semejanza con la mujer del príncipe Enrique de Inglaterra, también tiene cómplices entre los naranjas: «Luis Garicano, con todo lo serio que parece, es muy gracioso, y cuando alguien me confunde con Meghan les sigue la corriente. Te reconozco que yo también. Como mi trabajo está al lado de la calle Mayor y hay tantos turistas, muchas veces les hago creer que soy ella (risas)». Además de simpática, le añado fama de rockera y fan de los Rolling Stone, y Begoña, remisa a definirse fuera del programa político, me desvela «también me apasiona dibujar, hablar y soy una persona que tiene muchos amigos. Porque he tenido varias vidas, en la universidad, los tres años que estuve en Virginia (Estados Unidos). Allí llegué en 1993, en la época en la que no iba a nadie y fue una experiencia inolvidable. Todos los españoles íbamos iguales, con nuestros vaqueros Levis. Hace poco regresé a ver a la familia con la que estuve y fue muy emotivo». Aprovechando su regreso al pasado, le traigo al presente la confesión que Carlos Baute deslizó en febrero. Al parecer, el cantante y la candidata se conocieron en 2001, cuando ella estudiaba Derecho: «La recuerdo con mucho cariño, no fue un romance muy largo pero sí muy bonito. Éramos jovencitos y ella una mujer muy guapa», confesó entonces al portal Informalia. Villacís no se explaya pero siempre responde: «Lo de Baute no fue un romance, aunque por supuesto que he tenido más de una relación, como todo el mundo». Alguien la interrumpe por la calle y ella hace gala de transparencia: «Me levantan el dedo pulgar en señal de ánimo. Me dicen tantas cosas bonitas a lo largo del día...». ¿Qué mundo quiere para Inés, Jimena y Paula?: «Un mundo tolerante, abierto y en el que el respeto vuelva a estar de moda. Donde se valoren las conductas respetuosas». ¿Y el 26, qué?, concluyo. «Voy a ir a votar como sea y por supuesto, voy a acudir con mi bebé, aunque no quiero que se le vea la carita, pero no nos vamos a separar porque quiero darle el pecho a Inés, igual que a mis otras hijas».
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