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La fallida estrategia legal del príncipe Andrés

Los asesores de Palacio cuestionan si ha contratado al equipo adecuado para enfrentarse a la denuncia por abuso sexual

Príncipe Andrés
Príncipe AndrésDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La situación del príncipe Andrés cada día se vuelve más compleja. Sus amigos y asesores quieren que cambie de equipo legal, en medio de una creciente preocupación por la estrategia que están utilizando ante la denuncia que pesa contra él por abuso sexual en un tribunal de Nueva York.

Desde hace años, Virginia Roberts Giuffre asegura que el hijo de Isabel II abusó de ella en 2001, cuando solo tenía 17 años y actuaba como esclava sexual para el millonario pedófilo estadounidense, Jeffrey Epstein, íntimo amigo del Duque de York, y que se quitó la vida en su celda mientras estaba siendo procesado en los Estados Unidos. El príncipe Andrés siempre ha negado la versión de la supuesta víctima y, pese a la famosa imagen en la que aparecen juntos agarrados del brazo, niega haberla conocido nunca.

La cuestión es que Giuffre ha acudido ahora a los tribunales. Y el hijo de Isabel II está haciendo todo lo posible para evitar que le llegue la notificación formal del proceso. El príncipe, que lleva un año desaparecido de la escena pública, ha abandonado incluso su residencia oficial en Windsor para mudarse, junto a su exesposa, Sarah Ferguson, al castillo de Balmoral, en Escocia, donde la reina pasa cada año sus vacaciones estivales.

El príncipe Andrés y Virginia Giuffre
El príncipe Andrés y Virginia GiuffreLa Razón

Su entorno, sin embargo, considera que se está equivocando y su falta de respuesta al caso podría empeorar su situación con la justicia norteamericana. Su defensa está siendo liderada por Gary Bloxsome, un abogado de defensa criminal contratado a principios del año pasado. Sin embargo, fuentes cercanas al duque de York le advirtieron que la estrategia de obstaculizar las acusaciones le ha permitido a David Boies, el abogado estadounidense que representa a la supuesta víctima, «burlarlo y superarlo» en todo momento.

Los asesores de Palacio cuestionan si el príncipe ha contratado al equipo adecuado. Todo ello, en medio de las conversaciones de crisis que, según la prensa británica, se están llevando a cabo en Balmoral. Según los rotativo, se teme que el «muro de silencio y la política de evasión» del equipo legal esté dañando aún más a la Monarquía. Se cree poco probable que haya ahora un cambio de rumbo «total» con las audiencias judiciales ya en curso. Sin embargo, existe verdadera presión para modificar la estrategia.

Los abogados de la supuesta víctima aseguran que el duque de York ya ha recibido la notificación oficial de la acción legal contra él, entregado el 27 de agosto.

Se trata de una demanda civil que persigue una indemnización pecuniaria. No es un procedimiento penal impulsado por la Fiscalía estadounidense, con lo que el equipo legal del príncipe puede optar por no responder. En un principio, se creyó que lo mejor sería que el hijo de la monarca no se embarcara en un litigio que perjudicaría aún más su imagen ante la opinión pública. Pero la callada como respuesta está resultado aún peor.