Casas reales
Doña Letizia “estrena” el collar de Victoria Eugenia valorado en 600.000 euros
Hemos tenido que esperar a un acontecimiento histórico como la entronización de un emperador nipón para ver a la Reina con el espectacular collar de diamantes de la Reina Victoria Eugenia, la única pieza importante que le faltaba por llevar de las joyas de pasar
¡Por fin! Letizia arrasa en Japón con el collar de chatones de la Reina Victoria Eugenia. Hemos tenido que esperar a un acontecimiento histórico como la entronización de un emperador nipón para ver a la Reina con el espectacular collar de diamantes, la única pieza importante que le faltaba por llevar de las joyas de pasar.
Cada vez que la Reina Letizia pisa Japón nos regala toda una lección de estilismo. Lo hizo en 2017 con un Armani Privé (la línea de alta costura de la firma italiana) y lo ha vuelto hacer esta vez con ocasión de la entronización de Naruhito como emperador de Japón.
La Reina ha sido sin dudas una de las invitadas más elegantes a la ceremonia. Ha escogido para esta ocasión un espectacular vestido largo con brazos cubiertos (como marcaba el protocolo) de la firma Matilde Cano con un llamativo estampado floral con cierta inspiración japonesa que ceñía al cuerpo con un maxi cinturón. Lo cruzaba la banda de la orden japonesa de la Preciosa Corona, que recibió en su visita en 2017. Ha completado el look con un sencillo tocado de Nana Golmar en rafia y terciopelo, y un bolso rosa palo de CH Carolina Herrera.
Pero lo más reseñable no ha sido lo espectacular de su estilismo ni que volviera a confiar en Cano (lució uno de sus diseños en 2018), sino que por fin haya sacado del joyero real uno de los collares de chatones de la Reina Victoria Eugenia. Junto con la diadema la flor de lis, es una de las piezas más valiosas de las joyas de pasar (su precio podría superar los 600.000 euros, sin contar el valor histórico de la pieza). Se trata de una creación de la joyería Ansorena (como la tiara) que Alfoso XIII regaló a su prometida en 1906. Desde aquel día, se fueron incrementando el número de diamantes al ir añadiéndole los que le regalaba el monarca en fechas señaladas, llegando a convertirse en un larguísimo collar que le llegó a la cintura y que incluso podía llevar en dos vueltas.
Con el tiempo, Victoria Eugenia dividirá ese collar en dos y el llamado “el más grande” pasará a formar parte de las conocidas como las joyas de pasar, unas piezas que se heredan de reina a reina. El otro, el pequeño, tras un periodo fuera de la Familia Real, regresó a Don Juan Carlos en 1982. Desde hacía tiempo se especulaba qué podía haber pasado con estos collares que la Reina nunca lucía, pero ha esperado hasta una ocasión especial e histórica, como es la entronización del emperador de Japón, para lucir esta creación única. Lo ha llevado, además, con unos pendientes de diamantes y esmeraldas de la reina Doña Sofía, un anillo de Karem Hallam y una pulsera de diamantes.
Pocas son ya las joyas importantes que no ha lucido Doña Letizia. Veremos si en las próximas citas se atreve a lucir los rubíes de Niarchos (un regalo firmado por Van Cleef & Arples que el armardor griego hizo a Doña Sofía por su boda) o el broche Sterlé, en oro con un enorme zafiro y slapicado de diamantes y turquesas, regalo de Franco a Doña Sofía.
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